“Día complicado y fundamental”, advirtió su comandante antes de iniciar la riesgosa tarea y abandonar la nave por seis horas.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) viven este sábado una jornada "complicada", en momentos en que deben salir seis horas al espacio, con el fin de reparar un escape de amoniaco en la parte estadounidense del laboratorio orbital.
"Buenos días, Tierra. Día complicado y fundamental en la Estación Espacial, ya que Tom y Chris se están equipando para salir y ayudar a reparar el escape de amoniaco", indicó en Twitter el comandante de la ISS, Chris Hadfield, quien supervisará la salida de seis horas al espacio.
"Día ajetreado", agregó.
Los astronautas Tom Mashburn y Chris Cassidy intentarán inspeccionar y tal vez reparar el escape de amoniaco que afectó al segmento de la EEI perteneciente a Estados Unidos.
En otro mensaje enviado horas después, Hadfield afirmó que ambos astronautas estaban"en la etapa final de la preparación de los trajes y las cámaras herméticas para su caminata por el espacio".
Norm Knight, director jefe de vuelo de la agencia espacial estadounidense (NASA), recalcó que la operación debía realizarse rápidamente.
"Con tan poco tiempo entre la detección del escape" y la salida al espacio, las oportunidades que puedan tener los astronautas para intervenir suscitan "preocupación", según el portal internet sobre temas espaciales Spaceflight101.
La NASA anunció que la tripulación de la ISS, compuesta por seis personas, había detectado el jueves una fuga de amoniaco procedente de uno de los sistemas de refrigeración, aunque explicó que esto no suponía ningún peligro para los astronautas ni para la Estación.
No obstante, el director de vuelo del segmento ruso de la ISS, Vladimir Soloviev, había considerado que se trata de una "anomalía muy grave".
Antes de anunciar que la salida al espacio tendrá lugar el sábado, Hadfield también había reconocido que se trataba de una "situación grave".
De acuerdo a la NASA, la tripulación actual de la ISS alertó el jueves al centro de control de la Estación, situado en Houston (Texas, sur de Estados Unidos) de la presencia de"pequeños copos blancos flotando alrededor de la estación".
Las imágenes difundidas por el equipo confirmaron que el escape proviene de los sistemas de refrigeración, que ya habían presentado problemas el 1 de noviembre de 2012.