El papa Francisco expresó ayer su fuerte respaldo a las negociaciones de paz en Colombia, al recibir en el Vaticano al presidente Juan Manuel Santos, empeñado en un complejo diálogo con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras casi medio siglo de conflicto.
 
Durante el encuentro, celebrado en el estudio privado del Papa, en el segundo piso del palacio apostólico, ambos líderes hablaron también de la necesidad de reconciliación y perdón en un país azotado por años de violencia política, narcotráfico e impunidad.
 
Se habló del "proceso de paz en curso y de las víctimas del conflicto, y se manifestó el deseo de que las partes implicadas prosigan las negociaciones, animadas por una sincera búsqueda del bien común y de la reconciliación", indicó el Vaticano, en un comunicado al término del encuentro, que duró 15 minutos.
 
Francisco recibió a Santos con motivo de su visita al Vaticano para la canonización, anteayer, de la religiosa Laura Montoya y Upegui (1874-1949), primera santa de Colombia, que fue un ejemplo de "concordia y reconciliación", según la calificó el Sumo Pontífice.
 
"Han sido 24 horas muy importantes para Colombia, para mi gobierno, y para mí, como presidente y como persona. Una inyección de optimismo y estímulo", declaró a la prensa Santos, que trabaja desde noviembre pasado en encontrar una solución política al conflicto con las FARC.
 
"El Santo Padre me dijo que solamente los valientes insisten en este tipo de objetivos, que pueden ser costosos, pero que valen la pena. Eso me llenó de emoción y optimismo y de energías para continuar buscando la paz en mi país", dijo el presidente, poco antes de regresar a Bogotá.
 
Santos, que se reunió luego con el número dos del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, también contó que Francisco le dijo, refiriéndose al proceso de paz con la guerrilla de las FARC, que él tenía "un nombre" para lo que están haciendo en Colombia, que es «espíritu de encuentro»".
 
Santos explicó que cuando dos personas se reúnen -y puso como ejemplo a él y al fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez- se buscan "los comunes denominadores, respetando las diferencias".
 
"Con Chávez y [su sucesor Nicolás] Maduro tenemos profundas diferencias, pero eso no es un obstáculo para encontrar puntos en común donde podamos trabajar mancomunadamente para el bien de nuestros pueblos", indicó Santos, que precisó que el Papa lo estimuló a continuar con ese "espíritu de encuentro".
 
Viajes y regalos
 
Santos también informó que le reiteró la invitación al Papa para que visite Colombia.
 
"Desafortunadamente, declinó la invitación", dijo el presidente, porque, según le explicó el Santo Padre, "debe ser democrático" y evitar viajar sólo a América latina. "Además, me confesó que no le gusta mucho viajar y que tiene una invitación también de México, pero que lo va a considerar para más adelante", añadió.
 
Durante el tradicional intercambio de regalos, del que participó toda la delegación que acompañaba a Santos, el presidente le dio al Papa una edición especial de la novela Cien a ños de soledad, de Gabriel García Márquez, con un grabado original de los que aparecen en el libro.
 
"¡Un libro que he disfrutado mucho!", comentó el papa argentino, conocido lector.
 
También le regaló una estatua de cerámica de unos 60 centímetros de la Virgen, hecha por artesanos de la región colombiana de Raquira.
 
El Papa, por su parte, le obsequio a Santos las tres medallas del pontificado y le entregó personalmente y bendijo un rosario a cada uno de los miembros de su séquito, formado por unas once personas.
 
Poco antes de despedirse, el Papa, con un gesto muy personal, le regaló al presidente colombiano el documento sobre la Iglesia Católica de América latina con el informe final de la conferencia organizada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) en Aparecida, Brasil, en 2007, el mismo que le entregó a la presidenta Cristina Kirchner antes de su plena asunción como Papa.
 
Fuente: La Nación