Los restos del dictador Jorge Rafael Videla, fallecido ayer, permanecen aún en la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense de Buenos Aires, mientras continúa siendo una incógnita cuándo y dónde serán sepultados.

La autopsia para confirmar la causa de su muerte fue concluida y el reporte elevado al Juzgado Federal de la localidad bonaerense de Morón, Juan Pablo Salas, informaron a la agencia DPAfuentes del Cuerpo Médico Forense.

Videla murió ayer en una celda de la cárcel de Marcos Paz, donde cumplía penas de cadena perpetua por múltiples crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura.  

El Servicio Penintenciario Federal (SPF) informó en un comunicado que a Videla "se lo encontró en su celda sin pulso ni reacción pupilar, por lo que se realiza un ECG (electrocardiograma) constatándose su óbito". 

Ayer, el Ministerio de Defensa resolvió que el genocida no recibirá honores militares de acuerdo a la tradición castrense cuando sea sepultado. La prohibición rige a raíz de su destitución del Ejército y por una resolución que inhabilita los funerales de integrantes de las Fuerzas Armadas que hayan estado involucrados en causas de violaciones a los derechos humanos.

Videla, de 87 años, habría fallecido de muerte natural, según las primeras estimaciones, aunque "se ordenó la autopsia como un trámite de rigor y para despejar cualquier tipo de dudas", precisaron los portavoces judiciales.