Los cirujanos filman sus operaciones para compartirlas con colegas, pero hay dudas sobre la privacidad de los pacientes
Hace unos días, antes de lavarse las manos para entrar al quirófano del Centro Médico Duke de esta ciudad, el cirujano ortopédico Selene Parekh se calzó un par de elegantes anteojos de color negro: ni más ni menos que unos Google Glass, la computadora "portátil" con monitor y cámara incorporados.
Parekh les dio una orden de voz a los anteojos conectados a Internet para que el dispositivo empezara a grabar y se acercó al motociclista de mediana edad que yacía sobre la mesa de operaciones, tras sufrir un accidente de tránsito. El cirujano se abrió camino hasta el hueso, reparó un metatarso roto e implantó una placa de metal en uno de los pies del paciente.
El doctor Parekh usa Google Glass desde el año pasado, cuando la empresa empezó a vender versiones de prueba por 1500 dólares a miles de "exploradores" elegidos a dedo. Los usa para grabar y archivar todas sus cirugías en el Centro Duke, y muy pronto los usará también para transmitir sus operaciones en vivo a la India, una manera de entrenar y formar a cirujanos ortopédicos de ese país. "En la India, la cirugía de pie y tobillo tiene 40 años de atraso respecto de los Estados Unidos -dijo-. Así que será formidable poder usar Google Glass para que los cirujanos del todo el mundo puedan observar y aprender de los expertos ortopedistas de los Estados Unidos."
Tanto en el Centro Duke como en otros hospitales cada vez son más los cirujanos que usan Google Glass para transmitir en vivo sus operaciones, traer imágenes médicas a su campo de visión y realizar interconsultas con video con otros colegas mientras están operando.
Los desarrolladores de software también han creado programas que convierten el proyector del Google Glass en un tablero de control médico que despliega las funciones vitales del paciente, los resultados urgentes de laboratorio y la lista de tareas quirúrgicas por realizar.
"Estoy seguro de que esto tendrá usos médicos", declaró el doctor Oliver J. Muensterer, cirujano pediátrico que publicó recientemente el primer estudio corroborado por colegas sobre el uso de "Glass" en medicina clínica. "No la versión actual, pero sí una versión futura y especialmente pensada para usos médicos, cuando se hayan resuelto todas las cuestiones de privacidad, hardware y software", explicó.
Para realizar su estudio, publicado en The International Journal of Surgery, el doctor Muensterer usó el dispositivo diariamente durante cuatro semanas en el Hospital de Niños Maria Fareri del Centro Médico Westchester, en Nueva York. Descubrió que filmar agota rápidamente la batería y que la cámara, que está montada enfocando al frente, no apunta directamente a lo que ve el médico cuando está inclinado sobre un paciente y con los ojos mirando hacia abajo.
También tuvo que mantener fuera de línea el dispositivo durante la mayor parte de los procedimientos, para impedir que subiera automáticamente las imágenes de los pacientes a la nube de Internet. "Una vez que está en la nube, no hay manera de saber quién tiene acceso", contó Muensterer.
Google todavía no ha anunciado la fecha de lanzamiento de "Glass", y la empresa no ha querido revelar cuántos de sus usuarios de prueba son médicos o trabajan en hospitales. Pero "la demanda es alta", dijo Nate Gross, cofundadora de Rock Health, una empresa "incubadora" de nueva tecnología médica. "Al menos una vez por semana recibo la consulta de algún médico que quiere saber cómo incorporar Google Glass a su práctica."
Fuera de los hospitales, ya son muchos los bares y restaurantes que prohibieron el uso del dispositivo en sus locales por cuestiones de privacidad. Hay legisladores que ya han propuesto restricciones al uso de Google Glass mientras se maneja, por considerarlo distractivo. Y también hay médicos que manifiestan una preocupación similar.
El proyector de "Glass" está ubicado en la parte superior del lente derecho, levemente arriba del ojo, lo que permite que el médico lea la información médica sin tener que despegar los ojos del paciente. Pero ese monitor también puede ser usado para leer mails y navegar por la Web, lo que potencialmente podría llevar a los médicos a una multitarea peligrosa, según el doctor Peter J. Papadakos, del Centro Médico de la Universidad de Rochester, autor de varios artículos sobre las distracciones electrónicas que sufren los médicos.
"Poder ver las imágenes de la laparoscopia que uno está realizando directamente frente al ojo en vez de tener que mirar una pantalla de proyección que está del otro lado del quirófano es alucinante y fantástico, pero en contrapartida, nadie quiere que ese cirujano se ponga a interactuar en las redes sociales mientras opera", dijo Papadakos.
De hecho, tecnología similar no siempre ha arrojado los mejores resultados. Hay estudios que demuestran que los monitores de exploración pueden ayudar a los cirujanos a encontrar tumores, pero también pueden producir una especie de "visión de túnel", o pérdida de visión periférica, que los hace más lábiles a pasar por alto lesiones no relacionadas o problemas en los tejidos circundantes. Y en aviación, los pilotos que usan cascos con monitores incorporados que les muestran mediciones de vuelo pueden perder de vista lo que está pasando más allá de la visera del casco, dijo la doctora Carolline G. L. Cao, que estudia la cirugía guiada por imágenes en la Universidad Wright State.
"Los pilotos llegan a concentrarse tanto en alinear los íconos que los ayudan a aterrizar el avión que pueden pasar por alto que hay otro avión cruzando la pista."
Otro médico que no permite el uso del dispositivo en sus procedimientos, el doctor Matthew S. Katz, director radiación oncológica del Hospital General Lowell, de Massachusetts, dijo que lo preocupan sobre todo la seguridad y las distracciones. Un médico que use Google Glass podría subir accidentalmente información médica confidencial a la Web, dijo Katz, y los pacientes podrían sentirse incómodos frente a un médico que tiene una cámara puesta en la cara.
Para Katz, hasta que no se haya estudiado el uso médico de "Glass" y no incorpore medidas de seguridad, los médicos deberían ser obligados a dejar sus dispositivos fuera del consultorio. "Desde un punto de vista ético, cualquier uso médico debe cumplir con estándares muy altos", detalló Katz, quien también es asesor externo de Centro de Redes Sociales de la Clínica Mayo. "Como médico, debo asegurarme de que todo lo que hago es seguro para mis pacientes. Primum non nocere: lo primero es no hacer daño. Hasta no estar seguro, prefiero no usarlo."
Bakul Patel, asesor de alto rango del Centro de Dispositivos de la Administración de Alimentos y Drogas norteamericano, dijo que la agencia regularía sólo el software de "Glass" que tenga funciones médicas, el mismo criterio que usan con las aplicaciones para celulares que conciernen a la salud. "Ya hemos tomado nota de la existencia de los anteojos y estamos ansiosos por reglamentar su uso", dijo Patel.
Kirk J. Nahra, un abogado especializado en medicina y cuestiones de privacidad de la firma Wiley Rein, no cree que "Glass" vaya a encontrar muchos obstáculos para su uso en el quirófano. Hace décadas que los médicos usan cámaras y equipo de video en los quirófanos. La única diferencia, según Nahra, es que ahora existe un dispositivo más portátil.
"Es una versión mejor y más eficaz de la telemedicina, que existe desde hace mucho tiempo", afirmó.
Los desarrolladores de software médico sostienen que ellos tampoco pierden de vista las cuestiones de seguridad y privacidad. La empresa Pristine, de Austin, Texas, creó una aplicación que les permite a las enfermeras y médicos de la sala de emergencias hacer interconsultas con especialistas. En la Universidad de Indiana, el cirujano de emergencias Paul P. Szotek está desarrollando una aplicación para "Glass" que puedan usar los paramédicos.
"El año pasado, perdimos a una mujer en la mesa de operaciones por una herida en el bazo que era tratable, debido a que primero la trasladaron a un hospital zonal, y tardaron como dos horas en derivarla acá", dijo Szotek. "Con esta nueva tecnología, podremos evaluar la condición del paciente en el lugar del hecho, y así disminuir significativamente las decesos por politraumatismos."
Szotek se reunió en marzo con la gente de Google para discutir el tema de su software, llamado 1st Sight ("primera vista"). Junto con otros cirujanos que usan "Glass", fundaron un grupo llamado Asociación Internacional para el Uso de Tecnología Portable en Medicina, que ya tendrá su primer congreso en julio, en la ciudad de Indianápolis.(La nación)