LA PREVIA DE LA JORNADA – Este martes 17 de junio nos reserva un duelo en la cumbre en el Grupo A, entre los dos vencedores de la primera jornada. Así, Brasil, en su 99º partido en una Copa Mundial de la FIFA™, tendrá la ocasión de poner pie y medio en octavos tras medirse a México, reciente verdugo de Camerún (1-0). Ambas selecciones, enfrentadas en 38 ocasiones (con un balance de 22 victorias, 6 empates y 10 derrotas para Brasil), se conocen bien. En Mundiales, el saldo es netamente favorable a los Auriverdes, vencedores de sus 3 encuentros con una diferencia de goles de 11/0.

El programa incluye asimismo el arranque del Grupo H. Bélgica, de vuelta a un Mundial tras 12 años de ausencia, se enfrenta a Argelia. Ambas formaciones lograron un pleno de victorias en sus últimos partidos de preparación y solamente se han visto las caras dos veces, en sendos amistosos (3-1 a favor de Bélgica y 0-0). Por último, para la Rusia de Fabio Capello, el objetivo es ante todo impregnarse del ritmo de un Mundial y de los partidos a vida o muerte, con vistas a ‘su’ edición de 2018. Su rival, la República de Corea, aspira a sellar su tercera clasificación para la segunda fase de una cita mundialista.

La agenda

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.Bélgica - Argelia (Grupo H), Estadio Mineirão, Belo Horizonte, 13:00, hora local 

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.Brasil - México (Grupo A), Estadio Castelão, Fortaleza, 16:00, hora local

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.Rusia - República de Corea (Grupo H), Arena Pantanal, Cuiabá, 18 :00, hora local

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¿Sabías que…?
Precocidad: El 17 de junio de 1982, contra Yugoslavia, el joven norirlandés Norman Whiteside se convirtió, con 17 años y 42 días, en el jugador más joven en disputar un partido de una fase final mundialista. Es más, incapaz de controlar su fogosidad, vio una tarjeta amarilla en el primer minuto. Pero el goleador más precoz de la máxima competición futbolística sigue siendo Pelé, autor de un doblete en 1958 contra Suecia (5-2) cuando sólo tenía 17 años y 249 días.

Prolífico: Su tarjeta de visita inspira respeto. Entre todos sus títulos, en efecto, el seleccionador belga Marc Wilmots figura como el máximo artillero de Bélgica en los Mundiales (2 goles en 1998 y 3 en 2002), pero también como el autor del tanto de la victoria contra Rusia (3-2) el 16 de junio de 2002; dicho de otra forma, es el último goleador belga en la competición.

Disparidad: De los 23 jugadores de la República de Corea presentes en Brasil, nada menos que 17 militan en el extranjero, y 10 de ellos en Europa. Como contrapartida, todos los jugadores de Fabio Capello disputan la liga rusa.

Jugadores suspendidos
Ninguno

¡No te lo pierdas!
Marc Wilmots pertenece a esa generación de entrenadores que poseen una sólida experiencia como jugadores (70 internacionalidades, 28 goles) y que, por tanto, inspiran respeto y confianza a su plantilla. Lejos de desanimarse por los fracasos de sus predecesores al frente de los Diablos Rojos, Wilmots aceptó el desafío en mayo de 2012. Dos temporadas más tarde, clasificaba a Bélgica holgadamente para Brasil 2014 tras haber sabido unir al equipo y darle un alma. FIFA.com te propone leer su entrevista posterior a la obtención de la clasificación. Por su parte, el seleccionador mexicano, Miguel Herrera, anuncia con serenidad: “Correremos mucho más que Brasil”. Además, redescubre laentrevista al sólido defensa de los Fennecs Madjid Bougherra, para quien la receta en Brasil está clara: “Entregarse al máximo y divertirse”.

Un día como hoy…
El 17 de junio de 1970, en Guadalajara y en Ciudad de México, las semifinales de México 1970 oponían a cuatro campeones mundiales, pasados y futuros. Y el espectáculo estuvo a la altura del lujoso elenco. Clodoaldo, Jairzinho y Rivelino materializaron la clasificación de Brasil (3-1) frente a Uruguay, pero fue Pelé quien garantizó el espectáculo al hacerse un autopase sin tocar el balón frente a Ladislao Mazurkiewicz, el arquero. Sin lugar a dudas, uno de los detalles técnicos más bonitos de la historia de los Mundiales… En el Estadio Azteca, ante 102.444 espectadores, Italia podría haberse impuesto “trivialmente” por 1-0 sin el tanto de Karl-Heinz Schnellinger que igualó en el tiempo añadido para Alemania. Pero la subsiguiente prórroga dio lugar a un suspense en el marcador digno de Hitchcock, con incesantes vueltas a la tortilla. A la postre, la Nazionale ganó (4-3), pero ambos combinados habrían merecido estar en la final.