Cerró a $ 8,58, cotización que no mostraba desde mediados de abril, tras perder 32 centavos en el día.
La ofensiva que, con alguna intermitencia, lleva adelante el Gobierno desde hace dos semanas para disciplinar al dólar paralelo e intentar por esa vía mejorar las chances del blanqueo de divisas logró ayer uno de sus mejores resultados: hizo caer 3,6% su precio (retrocedió de 8,90 a 8,58 pesos), para colocarlo en un nivel que no mostraba desde hacía un mes.
Algo similar ocurrió con el dólar arbitraje, el tipo de cambio que surge de la compra de activos financieros en la plaza local y su liquidación en el exterior, que cayó de 8,85 a 8,60 pesos (-2,8%).
La pérdida de 32 centavos que el billete registró ayer en operaciones físicas es la segunda más importante luego del comienzo de la puesta en marcha de esta estrategia, el jueves 9 del actual, de la que participan mediante intervenciones de mercado la Anses, el Banco Nación y el propio Banco Central (BCRA), a lo que se agrega la tarea "persuasiva" que desplegó el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, entre banqueros y cambistas a quienes adjudica capacidad de manejo sobre la plaza marginal.
Aquel día, 72 horas después de que la presidenta Cristina Kirchner negara enfáticamente toda posibilidad de devaluación oficial del peso, 48 horas más tarde de que el Gobierno sorprendiera con el anuncio del blanqueo presentado para quienes hubieran adquirido divisas de manera ilícita y cuando apenas habían pasado 24 horas de que tocara el máximo de $ 10,45, el paralelo se abarató 42 centavos de golpe (cayó 4%, hasta $ 10,03), en lo que fue el preludio de una parálisis para este mercado que duraría varios días.
De allí en más, el billete exhibió una tendencia descendente, pero muy moderada. Hasta ayer, cuando volvió a desplomarse al reanudarse la acción oficial y combinarse una serie de factores, como la mayor necesidad de pesos que tienen particulares y empresas para enfrentar vencimientos impositivos.
"El Gobierno parece haber entendido que necesitaba desactivar la dinámica siempre ascendente en la que había entrado el mercado paralelo. Con poco, dado el poder de fuego que tienen la Anses y el BCRA por la cantidad de bonos que atesoran, ya le bajó casi 2 pesos al blue en cuestión de días", apuntó un operador, que juzga acertada la ofensiva oficial por la amenaza que significaba la brecha abierta de 100% entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, ahora reducida a 63 por ciento.
Con la baja de ayer, el ajuste en el precio del paralelo respecto del máximo llega a 17 por ciento. Para dar con un valor semejante al de ayer hay que retrotraerse hasta el 16 de abril, día en que cerró a $ 8,52.
Lo novedoso de ayer fue que el retroceso en los precios fue el menos "costoso" desde que el Gobierno inició la ofensiva, que contó con la participación del Banco Nación (retirándose algunos días del mercado de préstamos interbancarios para subir el costo del dinero y obligar a otros bancos a vender bonos) y del BCRA, validando sucesivos aumentos (que ya llegan a 2 puntos) en la tasa de interés que paga por colocar letras y notas entre bancos, estrategia que continuó con la licitación de ayer, con subas que fueron de 0,2 a 0,5%, según los plazos.
Ocurre que "con ventas por menos de 20 millones de pesos del Boden 15 le podaron casi otro 3% al contado con liquidación. Y esto es porque hay inversores que comienzan a acoplarse a este reacomodamiento, porque ya no dudan sobre dónde está su piso", explicó ayer un agente bursátil, en referencia a órdenes de venta de ese título que habría ejecutado ayer la Anses.
La duda que se instaló en el mercado es en qué punto puede estar la reversión de esta tendencia (que como efecto colateral deprime los precios de acciones y bonos), o cuánto puede sostenerse esta ofensiva. "La impresión es que debajo de $ 8 se les puede poner más complicado, porque, si bien el vencimiento de impuestos les juega a favor, a ese nivel temo que puede reaparecer la demanda", teorizaba anoche otro operador.
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