Lo dijo en su visita al predio de Teresópolis, donde concentra la selección brasileña. Además, confirmó que estará con el plantel en Brasilia: "Comenzamos juntos, terminamos juntos".
Dos días después de la histórica derrota por 7-1 ante Alemania, la selección brasileña recibió en su búnker a Neymar, quien se recupera de la fractura de una vértebra lumbar sufrida en el partido de cuartos con Colombia que lo excluyó del Mundial. Pero el delantero del Barsa no sólo se sumó a sus compañeros para acompañarlos a Brasilia, donde se jugará el partido con Holanda por el tercer puesto. El crack brasileño también confesó que apoyará a Argentina en la final: "Messi se merece ganar el Mundial".
"Quiero que Argentina sea campeón, por su historia en el fútbol. Estoy alentando por Messi. Por todo lo que está haciendo en el fútbol. Además, tengo dos amigos en Argentina como Mascherano y Messi. Y se merecen ser campeones", dijo Neymar en la conferencia de prensa de estar tarde luego de la charla con sus compañeros cuando terminó el entrenamiento en la concentración de Granja Comary.
Neymar llegó a bordo de un auto a Teresópolis y desató manifestaciones de euforia e histeria adolescente por parte de quienes seguían el entrenamiento del equipo suplente desde las rejas que separan el búnker de un vecino predio de viviendas. El delantero caminó por la concentración sin graves dificultades, aunque sí revelaba cierta molestia por la lesión de la tercera vértebra lumbar que lo excluyó del Mundial de Brasil y lo mantendrá alejado de las canchas por unas cinco semanas más, según estima el médico de la selección brasileña, José Luiz Runco.
"Volví para terminar junto a mis compañeros. Estamos unidos y les dije, comenzamos juntos, terminamos juntos. Vamos a terminar vistiendo la camisa que siempre soñamos en vestir", explicó sobre su reincorporación a su equipo, luego de que su familia decidiera trasladarlo a su casa de San Pablo tras la lesión sufrida en el partido con Colombia, por los cuartos.
El 10 de Brasil, por último, se refirió a la goleada sufrida por el equipo de Luiz Felipe Scolari con Alemania por las semifinales. "No tengo vergüenza de ser parte de este equipo. Ya pasé por eso, sé qué es convivir con un apagón dentro del campo, no consigues acertar un pase. No es por culpa de una derrota, por la pérdida de un título, que todos los jugadores son malos. Ocurrió, pero es inexplicable, no hay de qué hablar, es parte del fútbol", concluyó.