Por segunda vez en seis meses, el sindicalismo opositor realizará hoy un paro nacional contra el gobierno de Cristina Kirchner.

Sin la CGT de Hugo Moyano, la CTA de Pablo Micheli, junto con agrupaciones piqueteras y de izquierda, encabezará cortes de rutas y calles en todo el país y marchará a la Plaza de Mayo para insistir en sus reclamos al Gobierno.

Tal como ocurrió el 20 de noviembre pasado, cuando Moyano y Micheli protagonizaron su primer paro conjunto, la multiplicidad de cortes -calculan que serán alrededor de 100- es una de las mayores apuestas de la jornada. Habrá bloqueos en los accesos a la Capital, en puntos estratégicos de la ciudad y en rutas del interior.

"No recibimos ninguna respuesta a nuestros reclamos, así que no hay ninguna razón para no volver a hacer un paro. No estamos dispuestos a ceder", sintetizó Micheli, ayer, a la prensa. Lo flanqueaban su segundo en la CTA, Ricardo Peidro, y el presidente de la Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, pieza esencial para garantizar los cortes en el interior.

Las demandas sin respuesta incluyen la reforma del impuesto a las ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y del 82% móvil para jubilados, la elevación del salario mínimo a $ 5000 y la derogación de la ley antiterrorista. Sumarán esta vez el rechazo a la reciente reforma judicial, en particular, a la limitación de las medidas cautelares.

La pregunta por la decisión de Moyano de no sumarse al paro no tardó en llegar. Micheli intentó restarle peso, aunque no ocultó su malestar. "Imagino que Moyano cree que éste es el momento de la disputa electoral, que nosotros no minimizamos, pero no se puede llegar a octubre haciendo de cuenta que las reivindicaciones están resueltas", lanzó. Enseguida, se empeñó, además, en encapsular el faltazo. "Es una decisión circunstancial. Acá no hay nada definitivo", afirmó.Cerca de Moyano admiten que la prioridad del camionero es hoy el armado político de cara a octubre: aspira a que su partido aglutine a peronistas disidentes y kirchneristas desencantados y, desde ese lugar, negociar lugares en las listas.

Desde que Micheli anunció el paro, el 11 de abril último, Moyano evitó apoyar formalmente la medida, aunque coincidió más de una vez con el jefe de la CTA en sus críticas al Gobierno . Micheli, incluso, cambió la fecha de la huelga (estaba originalmente prevista para el 15 de este mes), a la espera de un guiño del líder camionero que nunca llegó.

Finalmente, a última hora, Moyano decidió mandar una columna de camioneros al acto que Micheli encabezará hoy por la tarde en la Plaza de Mayo. Serán unos 2000 trabajadores del gremio que lidera junto con su hijo Pablo.

También a último momento se sumó el Frente de Izquierda, que integran el Partido Obrero, el MST e Izquierda Socialista.

La ausencia de Moyano se notará, sobre todo, en la falta de adhesión de los gremios del transporte que integran la CGT opositora y que en noviembre fueron fundamentales para la contundencia de la huelga.

En aquella primera huelga, hubo demoras y cancelación de vuelos y pararon todas las líneas de ferrocarril por la adhesión crucial del gremio de señaleros.

Tampoco se sumará hoy Rubén "el Pollo" Sobrero, delegado de la línea Sarmiento, otra de las piezas de la "unidad de acción" que Moyano y Micheli comparten desde el año pasado. Otro que no será de la partida es el gastronómico Luis Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca.

"Si no vamos todos juntos, salimos debilitados. Terminamos mostrándole las costillas al Gobierno", dijo Sobrero a la nacion. "Micheli tiene razón en parar y estamos de acuerdo con los reclamos, pero no es el momento", añadió.

Consciente de los límites que impone el desaire de Moyano, Micheli confía en que el paro se haga sentir a través de los cortes de ruta y por su dimensión nacional. El esquema de bloqueos está a cargo de la CTA, la Corriente Clasista Combativa (CCC) y Barrios de Pie.

Micheli cree, además, que en la medida en que siga sin haber solución a los reclamos, con las elecciones a la vuelta de la esquina, la conflictividad social aumentará y Moyano tendrá menos margen para esquivar la protesta en la calle.

"Nos queda claro que Moyano está priorizando su partido y el juego político, pero nos manda camioneros. Evidentemente quiere dejar una puerta abierta", razonaban anoche cerca de Micheli.