La Comisión de Enlace comenzó ayer un nuevo plan de protesta contra la política del Gobierno hacia el campo y le pidió a la presidenta Cristina Kirchner una audiencia para que atienda sus reclamos.
 
En el Obelisco, y con la presencia del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, la agrupación que conforman la Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro, la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) realizó una jornada de concientización destinada a mostrar la disparidad de precios entre lo cobrado por los productores y los valores pagados por el consumidor en las góndolas.
 
Hubo productores de frutas, verduras, caña de azúcar, tabaco, entre otras economías regionales, y se repartieron unos 140 cajones con distintos productos entre el público que pasaba por el lugar. En este contexto también se presentaron los precios por kilo o litro, según corresponda, que reciben los productores en sus establecimientos: naranja, $ 0,72; lechuga,$ 0,75; manzana, $ 0,80; papa, $ 0,85; pan, $ 1,92; leche, $ 1,96, y yerba mate, 6,30 pesos, entre otros productos.
 
"Estamos perjudicados el productor y el consumidor; no somos responsables de la inflación. La dificultad para producir expone esta política agropecuaria, que hace que la producción no sea viable, por lo cual algo está muy mal", expresó Eduardo Buzzi, presidente de FAA.
 
La acción de los dirigentes del campo buscó llegar con el mensaje al público de que los productores no son culpables de la inflación y que, en cambio, el Gobierno no hace nada para frenarla. Los ruralistas también procuraron mostrar que los problemas que afectan al sector, como la intervención en los mercados, la presión impositiva, las retenciones y el atraso cambiario, entre otros, son comunes a muchas actividades.
 
En esta línea, Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Rural, subrayó que el Gobierno no está trabajando para hacer frente a la escalada de la inflación que afecta a los consumidores. "No vemos que se esté trabajando en el control de la inflación, más allá de sloganes y de saltar de relato en relato", destacó el dirigente ruralista.
 
La protesta de los productores concientizando a los consumidores y regalando productos también se realizó en otros lugares del país (ver aparte). "Hemos podido escuchar el dolor, la preocupación y la angustia de los productores, que ya no hablan de que están perdiendo todos, sino que se sienten excluidos, marginados", indicó Carlos Garetto, presidente de Coninagro.
 
Pedido de audiencia
 
Rubén Ferrero, presidente de CRA, advirtió que luego de la jornada de ayer el sector "va a continuar con medidas de fuerza mucho más efectivas" si el Gobierno no avanza en soluciones. Como paso previo a medidas más contundentes, el ruralismo busca el diálogo con el Gobierno. Y, como en otras oportunidades, ayer reiteró un pedido de audiencia a la presidenta Cristina Kirchner.
 
"Es necesario que Ud. advierta que la agricultura, la ganadería, la lechería y las economías regionales necesitan recuperar en forma urgente la competitividad perdida", señala una carta enviada por la Comisión de Enlace a la jefa del Estado.
 
"Está en sus manos, como primera mandataria, revertir la grave situación de los productores, convocando y escuchando a la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) para encontrar soluciones a la mayor brevedad posible", agrega en otro tramo la carta de los ruralistas.
 
En febrero, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, invitó a los ruralistas a reunirse, pero con cada entidad por separado. Esa iniciativa fue rechazada por el sector, que reclama que las entidades sean recibidas en conjunto porque, según los dirigentes, los problemas son comunes tanto a los productores chicos como a quienes trabajan una mayor escala.
 
En su visita al Obelisco, donde estaba la Comisión de Enlace, Macri destacó el rol del campo. Señaló que se trata de "el sector más dinámico y con mayor potencial de la Argentina". De acuerdo al jefe de gobierno porteño, el campo "ahora está frenado" por el kirchnerismo. "La diferencia es muy grande entre lo que reciben los productores y lo que pagamos nosotros en el supermercado. Esto demuestra lo que viene siendo la inflación. Hay que producir más, trabajar en equipo con el campo y bajar la inflación", afirmó Macri.
 
En un comunicado, la Cámara de la Industria y el Comercio de Carne (Ciccra), apoyó el reclamo del sector. "La baja participación de los productores agropecuarios en el precio final de los alimentos da cuenta de la crisis por la que atraviesa la producción primaria en la Argentina, que viene perdiendo sin pausa competitividad y rentabilidad", destacó.
 
En Córdoba regalaron papas, trigo y zanahorias
 
Los productores agropecuarios cordobeses exteriorizaron sus reclamos al gobierno nacional por la problemática del sector mediante una singular protesta en la plaza San Martín, en pleno centro de la ciudad: regalaron papas, zanahorias y trigo.
 
"Queremos concientizar a la gente de que el productor no es un formador de precios. Por la papa nos pagan 1,10 pesos y está más cara en los súper y en las verdulerías. Y la zanahoria la vendemos a 1,50 pesos, no sabemos quién es el que se queda con el resto. Es un mensaje para el gobierno nacional y para la sociedad", expresó el presidente de la Federación Agraria local, Agustín Pizzichini.
 
El gesto de los productores tuvo una multitudinaria demanda de personas que formaron colas de hasta 250 metros para recibir la mercadería. Además de entregar gratis los productos, distribuyeron volantes informativos sobre la situación del campo.
 
"Lo que queremos es entablar un diálogo con la sociedad, que tal vez nos culpa por lo que pagan por los productos", expresó Marco Giraudo, de Coninagro.
 
Agregó que con esta movilización los ruralistas buscan la concientización de los consumidores, que son los grandes perjudicados, igual que nosotros, en la cadena de comercialización. Los culpables del precio de la harina y el pan no son los productores agropecuarios".
 
Las cuatro entidades que integran la comisión entregaron unos 2000 kilos de papa y zanahoria, y pequeñas bolsas con pan y trigo, en un sector ubicado entre el Cabildo y la Catedral cordobesa.
 
Fuente: La Nación