Se conmemora el aniversario de la batalla de la Vuelta de Obligado, batalla que llevó a Francia e Inglaterra a reconocer los derechos de Argentina sobre la navegación de sus ríos.
20 de Noviembre de 1845. Río Paraná. Juan Manuel de Rosas es el hombre a cargo de la joven Argentina. Cientos de barcos se divisan en el horizonte. Se trata de la armada anglofrancesa, dispuesta a obtener la libre navegación del río.
El historiador Felipe Pigna cita al canciller Arana: “¿Con qué título la Inglaterra y la Francia vienen a imponer restricciones al derecho eminente de la Confederación Argentina de reglamentar la navegación de sus ríos interiores? ¿Y cuál es la ley general de las naciones ante la cual deben callar los derechos del poder soberano del Estado, cuyos territorios cruzan las aguas de estos ríos?”
Lucio N. Mansilla, liderando la defensa criolla, amarró con cadenas gigantes 24 barcos, diez de ellos cargados de explosivos. Así esperaba nuestra nación a la armada más poderosa del mundo.
“¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables, aquí no lo serán! Tremole el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea”. (Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina 2, de Felipe Pigna, Buenos Aires, Planeta. 2004)
Se abrió un fuego desigual que dejó un saldo de doscientos cincuenta argentinos fallecidos, en una batalla que se denominó “La Vuelta de Obligado”. La flota invasora logró atravesar el cerco de cadenas que Mansilla había construido.
El bloqueo inglés se levantó en 1847, el francés un año más tarde. El 24 de Noviembre de 1849 el gobierno inglés reconoció “ser la navegación del Río Paraná una navegación interior de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay en común con el Estado Oriental".
A 169 años de ésta gran batalla, no se deja de recordar las vidas que se cobró la lucha por la soberanía, el fervor de defender la patria y el amor al país llevado hasta las máximas consecuencias.
El día patrio fue propuesto y aprobado en el Congreso en 1974 junto con la repatriación de los restos de Rosas, a pedido del historiador José María Rosa, y promovido a feriado nacional por Decreto de Necesidad y Urgencia el 3 de noviembre de 2010, año del Bicentenario argentino, bajo la presidencia de Cristina Fernandez de Kirchner.
|Felipe Pigna en "Los Mitos de la Historia Argenitina 2"
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