Una compañía china recibirá una concesión para construir un canal en Nicaragua que vincule el Océano Pacífico con el Mar Caribe, dijo el miércoles el presidente de la Asamblea Nacional.
 
El líder legislativo René Núñez señaló que la empresa utilizará fondos de inversionistas de varias partes del mundo para construir el proyecto de 40.000 millones de dólares.
 
"El inversionista para el Gran Canal es un consorcio de inversores aglutinados en una firma de China continental'', dijo Núñez a la prensa local luego que el gobierno que preside Daniel Ortega introdujera dos iniciativas de ley encaminadas a agilizar el proceso de estudio de impacto ambiental que produciría la obra. Paul Oquist, secretario de políticas públicas de la presidencia, fue el encargado de presentar ante la Asamblea con carácter de aprobación urgente las dos iniciativas.
 
"Se trata de un proyecto que es muy importante para el país, por eso es que se está tramitando con urgencia'', dijo Núñez, quien no quiso dar más detalles de la empresa china a la que le será entregada la concesión.
 
"A mí me parece que la urgencia es resolver problemas como el desempleo, hacer mejor y más atractiva a Nicaragua para invertir, eso hace urgente la aprobación'', dijo el diputado Edwin Castro jefe de la bancada del gobernante Frente Sandinista, que cuenta con 63 de los 92 votos del Parlamento.
 
El congresista opositor Luis Callejas dijo que se pidió a los legisladores que sometan a discusión los proyectos de ley el viernes. El gobierno planea otorgar a la compañía china una concesión por 100 años, agregó.
 
"No sé cuál es la prisa, sobre todo en un tema tan delicado, que habría que consultarlo plenamente con la población, no me explico cuál es el apuro'', indicó Callejas, jefe de la Bancada Democrática Nicaragüense.
 
El presidente Ortega dijo recientemente que el canal no pasaría por el río San Juan, como se había planeado, sino que se construiría más al norte, a través de las aguas del Gran Lago de Nicaragua.
 
Ortega señaló que el canal serviría como una alternativa ante la capacidad rebasada del Canal de Panamá y generaría empleos en la empobrecida Nicaragua y en otras naciones centroamericanas.
 
Tal anuncio provocó que su asesor para Asuntos Ambientales, el reconocido científico Jaime Incer Barquero, alzara su voz, afirmando que llevar la megaobra por las aguas de ese cuerpo de agua no es posible debido a que una ley del país, promovida por el mismo Ortega, lo declaró como “reservorio de agua potable'' que podría suplir a toda Centroamérica.
 
"El destino del lago de Nicaragua es ser fuente de agua potable para Nicaragua y Centroamérica'', manifestó Incer, quien se dijo sorprendido por el anuncio del proyecto por parte de Ortega.