Un suboficial de la División Especial de Seguridad Halcón murió ayer, tras recibir cuatro balazos en un enfrentamiento armado con delincuentes que intentaron asaltarlo cuando sacaba el auto de su casa en San Justo, en La Matanza. Él logró herir a dos de los tres asaltantes, que están detenidos; un tercero escapó. Para los investigadores se trató de un hecho "al voleo".
 
El capitán Omar Flores, de 50 años, revistaba en una dependencia del grupo de elite de la policía bonaerense con sede en La Plata, según informó el superintendente de Seguridad de Zona Oeste, comisario mayor Sergio Bianchi.
 
Minutos antes de las 8, vestido de civil, Flores salía de su casa, situada en Sarandí 4035, detrás del shopping de San Justo, cuando fue sorprendido por tres hombres armados que lo abordaron mientras subía a su Volkswagen Cross Fox gris. La secuencia se inició dentro del garaje. Allí los ladrones encañonaron al suboficial y le ordenaron que bajara del auto.
 
La víctima se dio a conocer como agente policial y extrajo su arma reglamentaria. Según reconstruyeron los investigadores, uno de los ladrones le descerrajó un tiro a corta distancia. A pesar de estar gravemente herido, Flores alcanzó a disparar al menos cinco tiros.
 
El enfrentamiento terminó cuando Flores y uno de los agresores cayeron heridos con lesiones en el abdomen. También hubo otro delincuente alcanzado por los disparos efectuados por el suboficial.
 
Flores fue trasladado de urgencia al hospital Paroissien, de Isidro Casanova, partido de La Matanza, por un comisario que vive en la misma cuadra y que llegó alertado por los disparos. El suboficial murió cuando era asistido en la guardia.
 
Uno de los atacantes, identificado por la policía como Rodrigo Reiche, de 28 años, oriundo de Lomas de Zamora, quedó tendido en el suelo, fue detenido y trasladado con custodia policial al Policlínico de San Justo, donde fue intervenido quirúrgicamente. Presentaba heridas en un glúteo, la espalda y el tórax. Por lo menos un proyectil había quedado alojado en su cuerpo.
 
Reiche posee antecedentes penales por robos a mano armada, dijeron fuentes del caso.
 
Escape a pie
 
Los otros dos delincuentes emprendieron la huida. Uno a pie y otro en un auto que lo habría recogido a pocos metros del lugar del hecho, según relataron vecinos que presenciaron las últimas escenas del enfrentamiento. Minutos más tarde, el otro asaltante herido fue dejado en la entrada de un centro asistencial de la zona sur del conurbano, donde fue capturado por la policía.
 
El joven, al que le extrajeron el bazo y anoche permanecía internado en grave estado, dijo a las autoridades médicas que se llamaba Jorge Rodríguez y tenía 21 años. Tenía tres impactos distribuidos en el omóplato y la zona abdominal. Al menos un proyectil había quedado alojado en su cuerpo.
 
Peritos policiales retiraron del lugar del enfrentamiento el arma de Flores y dos pistolas 9 milímetros de origen ilícito usadas por los asaltantes. Tomó intervención la comisaría Noroeste 1» de La Matanza, donde se instruyeron actuaciones por tentativa de robo calificada por el empleo de arma de fuego, atentado y resistencia a la autoridad, homicidio y lesiones. Dirige la pesquisa el fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Arribas, con el auxilio de personal de la Jefatura Departamental y la Jefatura Distrital La Matanza Noroeste, cuyos efectivos buscaban, al cierre de esta edición, al delincuente que había logrado huir tras el enfrentamiento armado.
 
Ayer, el comisario Bianchi consideró que el mortal asalto a Flores había sido "un hecho al voleo". Según el superintendente, "los delincuentes estaban merodeando la zona, vieron un portón abierto e intentaron aprovechar" la situación, explicó.
 
El fiscal Arribas solicitó el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, particularmente las colocadas en Camino de Cintura, a tres cuadras de la casa de Flores. En ellas, según trascendió, se observa el paso a gran velocidad de un auto blanco en dirección al Sur, la zona donde luego apareció Rodríguez, el asaltante herido.
 
Con el homicidio del suboficial del Grupo Halcón suman siete los integrantes de la policía bonaerense en actividad asesinados en lo que va del año. Flores vivía solo y estaba separado. Según contó Bianchi, era padre de una nena de nueve años. "Era un gran policía, un héroe más de los nuestros, que patrulla día a día nuestras calles", dijo el comisario, en declaraciones realizadas en la puerta de la casa de la víctima.
 
Varios vecinos destacaron las virtudes humanas de Flores y se quejaron por la inseguridad reinante en el barrio donde ocurrió el homicidio.