El kirchnerismo volvió a reaccionar en las últimas horas como cada vez que sufre una derrota política: redoblando la apuesta. Tras el fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucionales los artículos centrales de la reforma del Consejo de la Magistratura, dos voceros habituales del pensamiento de la Casa Rosada volvieron a hablar abiertamente de la necesidad de reformar la Constitución Nacional para "avanzar en la lucha contra las corporaciones".
 
Lo hicieron, además, en línea con la presidenta Cristina Kirchner , que en sus dos últimas apariciones públicas posteriores al fallo adverso -anteayer en Córdoba y ayer en Rosario- combinó las críticas a la sentencia del máximo tribunal con las alusiones a la necesidad de que "los derechos consagrados en la Constitución no sean letra muerta".
 
La diputada Diana Conti pintó el escenario con trazos dramáticos. "Hay países latinoamericanos que, por fallos de la Corte Suprema, sacaron a un presidente. Hay que estar preparados para resistirlo", advirtió en declaraciones a Radio La Red.
 
Enseguida, remató: "Creo que el pueblo no lo toleraría, pero si la ametralladora mediática intenta mostrar que sólo lo que dice la Corte es lo que dice la Constitución, vamos a tener que estar atentos".
 
Por otro lado, pero como parte del mismo argumento, Conti, que preside la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, dijo que está "estudiando" la posibilidad de presentarse ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) "para denunciar que hay un poder del Estado que, junto a otros poderes fácticos, intenta impedir el desarrollo democrático".
 
El senador Marcelo Fuentes, otra de las voces ultrakirchneristas del Congreso, fue todavía más directo que su colega de la Cámara baja.
 
"Hay un debate necesario sobre la reforma de la Constitución que ha sido bastardeado, limitado y condicionado por el tema de la reelección. Pero es necesaria una reforma de la Constitución y no solamente por ese tema", planteó en diálogo con Radio Mitre. "Creo que esta Constitución debe ser actualizada y no veo por qué hay que tenerle miedo a ese debate", añadió.
 
Sin embargo, Fuentes, que es el jefe de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, aclaró que cualquier definición sobre una eventual reforma es un resorte exclusivo de Cristina Kirchner. "La oportunidad o no [de cambiar la Constitución] la determinará la conducción del movimiento que ejerce la Presidenta. Es ella quien determinará la oportunidad y el momento", concluyó.
 
Conti y Fuentes replicaron y ampliaron los argumentos que anteayer había expuesto la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, la primera en reflotar la discusión en torno a la Carta Magna. La dirigente había hablado de la necesidad de reformar la Constitución "para quitar las prebendas que tienen [los jueces] y facilitar la continuidad de un gobierno nacional y popular como el que lleva adelante Cristina Kirchner".
 
Aunque sin mencionar la Constitución, también Aníbal Fernández adhirió a la consigna presidencial de "redoblar la batalla". "Seguiremos trabajando denodadamente para demostrar a esta gente que los representantes del pueblo tienen que ser elegidos por voto popular y no calificado", afirmó.
 
Frente a la seguidilla de expresiones públicas, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, trazó un diagnóstico tajante. "Van por la reforma de la Constitución. Creo que lo que la Presidenta ha planteado ayer [por el miércoles] es lo que ha planteado la señora [Estela] Carlotto, que es la reforma de la Constitución", advirtió.
 
Con este pronóstico del gobernador coincidió el diputado Gustavo Ferrari. "Preocupa cuál puede ser el próximo paso de un gobierno al que se le han agotado las instancias y herramientas institucionales y que parece estar dispuesto a otra batalla. Se trata de plantear una reforma constitucional porque encontró en la Justicia un límite, lo que revela su intención de no ser controlado", planteó el legislador, mano derecha de Francisco de Narváez.

 
Fuente: LA NACION