Durante años se habló de la importancia de la inteligencia intelectual, pero en las últimas décadas se le ha empezado a dar mayor relevancia a la inteligencia emocional.
La psicóloga Claudia Massello explicó que la inteligencia emocional es la capacidad que tiene una persona de reconocer sus propios sentimientos, poder reconocer los sentimientos del otro, y en función de eso poder dirigir la propia conducta.
La inteligencia emocional se aprende en el seno familiar, en el vínculo que entabla el niño con sus cuidadores. El apego es el sentimiento básico de la confianza, y según esa relación será la manera que tendrá de relacionarse en su vida.
Massello destacó que es muy importante la forma en que se desarrolla el apego, porque debe ser un vínculo con los padres que le permita al niño satisfacer demandas de manera equilibrada.
La clave para desarrollar la inteligencia emocional del niño está en manejar profundos niveles de comunicación. Es decir, que la comunicación padre e hijo no sea sólo informativa, sino que el niño pueda expresar las situaciones que vive y decir que sentimiento le provocan las mismas, según explicó Massello.
“El psiquismo esta en construcción hasta la adolescencia, y se puede modificar”, aseguró la psicóloga al ser consultada sobre las posibilidades de profundizar el vínculo entre padres e hijos.
Consultas e informes:
Psicóloga Claudia Massello
Lamadrid 1674
claudiamassello@gmail.com