La compañía Star-ALE ha anunciado la posibilidad de crear lluvias de meteoros como las reale,s que, sin llegar a la tierra, se queman en la atmósfera. Para ello se requiere que un satélite especial situado en la órbita de la Tierra comience a arrojar bolas de color de un centímetro de diámetro. Mientras las bolas caen a una velocidad de 7-8 km/s hasta una altitud de unos 60 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, se quemarán refulgiendo largamente en el cielo, informa 'National Geographic'.

Aunque las bolas ya se han fabricado, el satélite se encuentra aún en fase de elaboración. Se tratará de un cubo de 50 centímetros que girará alrededor de la Tierra a una altitud de 400-500 kilómetros. El dispositivo tendrá una vida útil limitada, quemándose en la atmósfera inferior sin ensuciarla al cabo de unos meses.

El espectáculo estelar podría costar unos 500 millones de yenes (4 millones de dólares). Aunque resulte caro para la mayoría de las pesonas, tendrá cabida en los presupuestos de grandes acontecimientos. De hecho, la idea fue propuesta para el comité de preparación de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, que se celebrará en Tokio en 2020. Sin embargo, antes de esa fecha será posible ver la primera lluvia artificial de meteoros. Según Star-ALE, el satélite se completará en 2016, después de lo cual la tecnología se someterá a pruebas



Cabe destacar que en 2018 los astrónomos podrán apreciar un impactante espectáculo espacial real en la constelación Cygnus (el Cisne), cuando un púlsar se acerque a una de las estrellas más brillantes de la galaxia y absorba su materia, desencadenando un brillo superpotente.