UNa joven escribió una carta en Facebook poque no pudo entrar a un boliche. Enterate lo que ocurrió en Córdoba en un local nocturno.
La mamá de una joven que está en silla de ruedas denunció que a su hija no la dejaron entrar hace algunas semanas a un boliche de Nueva Córdoba, y acompañó sus palabras del mensaje que la joven, Rosario, le escribió al encargado del local. Desde entonces, su testimonio circula con fuerza en las redes sociales.
A través de su cuenta en la red social, Valentina Masjoan relató que a su hija no la dejaron entrar al boliche Cayo Makenssy. El hecho ocurrió el pasado 29 de agosto, cuando Rosario salió a bailar con unas amigas.
Después de lo ocurrido, la joven no quiso hacer público su caso, pero una amiga eludió su pedido y lo dio a conocer en Facebook. El encargado del lugar se contactó con la amiga para negar que no la hayan dejado entrar por su silla de ruedas. Ante eso, Rosario decidió escribirle el siguiente mensaje:
Hola Lucas, soy Rosario, "la chica en silla de ruedas" que no dejaste pasar a tu boliche. La verdad no sé qué crees que pasó esa noche y tampoco entiendo mucho tu postura sobre el tema. Yo por mi lado no planeo generar una disputa con esto ni mucho menos, porque si así lo quisiera te hubiera denunciado, hubiera ido a los medios o simplemente hubiera publicado en todos lados que "Cayo Makenssy no dejó pasar a una chica en silla de ruedas". Y no lo hice. Ni tampoco dejé que nadie lo hiciera (aunque muuuuuchísimas personas quisieron hacerlo). Lucía publicó eso por su propia bronca y ni siquiera puso mi nombre.
Yo a Cayo ya fui muchas veces, nunca tuve ningún problema para pasar, todo lo contrario. Mis amigas van seguido y la paso re bien. No hay problema.
Esa noche en ningún momento me habían dicho que yo no iba a entrar. Me dejaron esperando en la puerta diciéndome "ya va, ya va" ignorándome. Y mis amigas no fueron con la excusa "dejanos pasar tenemos una chica en silla de ruedas". Mis amigas fueron a avisar que yo estaba ahí, para que puedan abrir la otra puerta, YA QUE LA ENTRADA PRINCIPAL NO ES ACCESIBLE PARA TODO EL MUNDO. Y no sé por qué decís que no me dejaste pasar "porque llegué tarde" cuando entró muchísima gente que llegó mucho después de mí.
La verdad que no te tengo que dar explicaciones de nada. Porque tampoco sirven. Cuando yo escuché que vos le decías a una de mis amigas que yo no iba a pasar porque "la silla de ruedas estorbaba a la gente" "ocupaba mucho espacio" y "las personas se me caían encima", no perdí ni dos segundos y me fui. Yo no iba a rogar a nadie que me dejara entrar. Porque en serio yo nunca pensé que el problema de "una silla de ruedas" le podía molestar a alguien más que a mí misma.
No importa si muchas "personas paralíticas" fueron a tu boliche, y tampoco me importa si tenés fotos de prueba. Yo no necesito que nadie haga caridad conmigo, y menos para entrar a un boliche. Que supuestamente vas a pasarla bien. No a dar lástima.
Paso a contarte que no me importa si la silla de ruedas ocupa espacio o no. La silla de ruedas soy yo. Por más que quiera no me la puedo sacar. Y lo máximo que puede ocupar es el espacio de dos personas. Y creéme que dejaste entrar a mucho más de dos personas una vez que me fui. Yo estaba en el hostel de en frente y veía como la gente entraba.
Tampoco me importa que la gente se me caiga encima. Siempre me llevan puesta o se tropiezan conmigo. Pero eso no es algo que VOS puedas manejar. Un par de veces me quedé toda la noche en el patio de Cayo a un costado charlando con alguien, porque había mucha gente y simplemente "no quería molestar".
La verdad que no puedo creer esta situación. Me parece sucia y desagradable. Por mi parte a mí no me influyó en lo más mínimo, me pareció patético y un problema tuyo, nada más. Pero la verdad que hay muchas personas que se podrían sentir MUY mal si les pasa esta situación, eso no está para nada bueno.
Si como vos le dijiste a Lucía, si así está este país. Y es una bosta ¿sabés? Es una bosta tener que limitarme a ir solo a boliches que no tengas escaleras, solo para poder moverme. Es una bosta tener estar siempre con alguien que te ayude porque no hay una puta rampa en ningún lado. Es una bosta tener que usar una silla de ruedas en un país donde ni a los colectivos te podes subir. Pero sabes que es más bosta? Que un tipo te diga que sos un estorbo y que simplemente no podes pasar, por usar algo que ni siquiera lo podes elegir.
Espero que puedas replantearte esta situación y darte cuenta que no todos los "discapacitados" funcionan con la lástima y la pena de los demás. Y no todos los "discapacitados" son solo discapacitados. Soy una persona, y el mínimo acto que podrías haber hecho es acercarte a mí (ya que no podía ni llegar a vos) y decirme "obvio que podes pasar, pero hace la fila" y no dejarme esperando como si no fuera absolutamente nada."
Repercusión
Rosario tiene 18 años y estudia Comunicación Social. Todavía está sorprendida por la repercusión que tuvieron sus palabras. "Espero que se pueda mantener la esencia del mensaje, que es una situación puntual que me pasó a mí pero que le puede pasar a un montón de personas, y no necesariamente por estar en silla de ruedas", dice con la misma claridad que tiene su carta.
La joven sostiene que situaciones como la que le tocó vivir a ella pasan todo el tiempo. "Esta vez, fue mi caso. Mi nombre es el de un caso entre muchísimos, pero hay montón. Soy una persona que está en silla de ruedas pero que no se limita a eso ni lo usa para victimizarse", señala.
"Nunca en mi vida sufrí discriminación. Nunca me había pasado de no poder entrar a un lugar por estar en silla de ruedas. Me siento una privilegiada en eso. Por eso mismo fue un shock lo que pasó. Obvio que sufro una discriminación más indirecta todo el tiempo, como cuando cruzo una calle y no hay rampas, o cuando no podés entrar a un lugar directamente porque sólo hay escaleras, o cuando te subís a un colectivo y uno de cada 10 mil tienen rampa y tenés que esperar al próximo y llegar tarde", añadió.
La joven contó su caso al Inadi a través de un email, pero no formalizó la denuncia. La titular del organismo, Adriana Domínguez, dijo que espera que la haga porque ellos no pueden actuar de oficio. “Este boliche tuvo y tiene muchas denuncias”, indicó Domínguez, y añadió que la principal causa de las presentaciones es discriminación por aspectos físicos.
En tanto, La Voz se comunicó con un representante de Cayo Mankenssy, que pidió no ser identificado, y dijo que ya se pusieron en contacto con la joven y la familia. Rosario confirmó el encuentro, y dijo que el encargado siguió sosteniendo que no fue por la silla de ruedas que no pudo ingresar, aunque de todos modos le pidió disculpas por lo ocurrido. "Ojalá esto sirva para generar un cambio", dijo la joven, quien también llamó la atención sobre la falta de accesibilidad en los boliches de Córdoba: "Estaría buenísimo que todos estén adaptados".