Con un tono conciliador y de no confrontación que recuerda al de Daniel Scioli previó a la oficialización de las listas, el intendente de Tigre, Sergio Massa, esquivó hoy las críticas que recibió en los últimos días tanto desde el kirchnerismo como de los demás contrincantes en la campaña electoral bonaerense.
 
"No me importa la opinión de los dirigentes, me importa la opinión de la gente", expresó Massa, que aprovechó el primer sábado de campaña formal para recorrer algunas calles del municipio de Malvinas Argentinas, gobernado por Jesús Cariglino.
 
A través de un comunicado, el jefe comunal de Tigre dijo que encabeza un espacio que busca "llegar a todos los sectores, construir concordia y construir el futuro". "Hemos recorrido calles escuchando a los vecinos y sus problemas. Estamos preocupados por escuchar a la gente", reiteró el candidato a diputado por el Frente Renovador.
 
Y como una de sus primeros compromisos de campaña, aseguró que desde el Congreso buscará "trabajar por una legislación más dura acompañada de una política de prevención" en materia de drogas, entre otros puntos, con el fin de "lograr una mejor calidad en la vida de la gente".
 
Líder de todas las encuestas de opinión realizadas en los últimos días en la provincia de Buenos Aires, Massa es el blanco de críticas desde el día en que selló su postulación como diputado. Desde el kirchnerismo, situaron al tigrense con el signo de opositor y resaltaron su acuerdo con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, ya que dos dirigentes de Pro integran la lista del Frente Renovador.
 
A su vez, tercero en la intención de voto detrás de Massa y el kirchnerista Martín Insaurralde, el peronista Francisco De Narváez no dejó en los últimos días de asegurar que el jefe comunal está asociado a la Casa Rosada. Y hasta le dedicó un jingle de campaña: "Massa es más de lo mismo, Massa es más kirchnerismo". Por ahora, la estrategia del intendente de Tigre parece hacer oídos sordos a esos dardos.

Fuente: LA NACION