Ricardo Jaime cumplió ayer su cuarto día en condición de prófugo de la Justicia, por lo que el juez federal Claudio Bonadio, el mismo magistrado que el viernes ordenó su procesamiento y prisión preventiva, declaró “en rebeldía” a quien se desempeñó como secretario de Transporte de la Nación entre 2003 y 2009.

La detención de Jaime fue ordenada por el juez Bonadio por entender que el exfuncionario kirchnerista podría entorpecer el proceso judicial que afronta y por el cual fue procesado. La causa en cuestión se refiere al pago “sin razones convincentes” de 2,5 millones de pesos de más, para una obra de infraestructura del ferrocarril Belgrano Cargas.

Bonadio dictó también el procesamiento por conducta fraudulenta con bienes públicos del sindicalista y extitular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, (quien cumple una condena por su responsabilidad en el asesinato de Mariano Ferreyra), y de otras tres personas.

La defensa de Jaime, a cargo del abogado Andrés Marutian, apeló ayer el procesamiento y también el rechazo de Bonadio al pedido de exención de prisión. Sin embargo, no se descarta que el exsecretario “se presente” en las próximas horas ante la Justicia para no complicar aun más su situación.

Al pedido de detención ordenado por Bonadio, se le sumó otra solicitud de captura, esta vez de parte del fiscal federal de Cámara de la ciudad de Córdoba, Maximiliano Hairabedian, por una causa en la que Jaime está acusado por tentativa de sustracción de pruebas durante un allanamiento.

Jaime, además, está envuelto en otras 20 causas judiciales, cuatro de ellas ya en etapa de juicio, y el 30 de julio próximo deberá sentarse en el banquillo de los acusados por la tragedia ferroviaria de Once.

Los avatares judiciales de Jaime han incomodado al kirchnerismo. No se trata de un exfuncionario a cargo de tareas marginales, sino de un exsecretario de Estado por el que durante seis años pasaron las principales decisiones en materia de transporte.

El senador nacional del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, fue uno de los pocos referentes del oficialismo que aludió al tema. “Nosotros nunca hemos frenado una investigación y esta es la demostración”, afirmó al señalar que “la Justicia tiene que accionar, no es el Gobierno el que tiene que opinar sobre este tema, tiene que dejar que las cosas funcionen”.

Fernández, exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner, reconoció haber mantenido “una relación afectiva” con Jaime cuando compartieron cargos en el Poder Ejecutivo, pero aseguró desconocer “su conducta como funcionario” y afirmó que a Jaime “le caben las generales de la ley” ante la Justicia. “Le cabe –agregó Fernández– el principio de inocencia, hasta que no se encuentre una semiplena prueba” en su contra, y “si él tiene razón, no pasará absolutamente nada”, especuló en declaraciones a Telefe.