Al menos seis personas murieron y otras 39 resultaron heridas en un ataque con coche bomba perpetrado por rebeldes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PPK) contra una comisaría de policía en el sureste de Turquía.
El ataque inicial, reportaron los medios locales, fue un vehículo explosivo que le costó la vida a dos personas en la ciudad de Cinar y otras tres fallecieron cuando un edificio próximo se derrumbó a causa de los daños, precisó la oficina del gobernador de la provincia de Diyarbakir en un comunicado.
Más tarde, las autoridades indicaron que se elevó a seis el número de fallecidos, aunque no especificaron si fue en la delegación policial o en las inmediaciones.

En un escrito difundido, las autoridades provinciales señalaron al PPK como los autores del ataque.
En ese sentido, indicaron que todos los fallecidos son civiles y entre los heridos se encuentran efectivos de las fuerzas policiales. El medio local Daily Sabah señaló que una de las víctimas fatales es un bebé.


Tras activar la explosión del coche bomba, miembros del PKK continuaron su ataque con lanzacohetes, al que respondieron los policías presentes. Los combates duraron unos cuarenta minutos, informó la agencia de noticias AFP.
Después de dos años de alto el fuego, los combates entre fuerzas del orden turcas y el PKK se reanudaron el pasado verano boreal, haciendo pedazos las negociaciones de paz iniciadas en 2012 para poner fin a un conflicto que ha dejado más de 40.000 muertos desde 1984.
AFP