“La diferencia que existe por lo que se le paga al productor tambero y lo que abona el consumidor es enorme”, lo dijo el tambero Ricardo Osella.
Medios nacionales han trascendido que el precio de la leche en la Argentina ya es uno de los más caros del mundo. Oscila entre los $8,50 y los $10,50, según la marca y la calidad.
Sobre este tema opinó el tambero local Ricardo Osella, quien dijo que “la diferencia que existe por lo que se le paga al productor tambero y lo que abona el consumidor es enorme”.
El productor lechero destacó que hoy las empresas lácteas le pagan al tambero 2,05 pesos el litro y el consumidor compra el litro de leche entre 7 y 8 pesos, siendo uno de los más caros del mundo.
Osella dijo que la diferencia se debe al aumento de costos por una mala política económica.
"Cuando estos productos llegan al consumidor lo hacen cargados con factores que hacen a la enorme diferencia en el precio. Esto ocurre con la leche, con la carne, con el trigo".
Y en este sentido agregó: "En ese precio está los impuestos que se pagan, los sueldos del transportista, los aumentos en la energia y en el combustible: todo esto aparece en el precio que paga el consumidor.
Por otra parte, Osella puntualizó que el mismo proceso se observa en la producción de los quesos.