El prototipo fue creado por cordobeses en el Instituto Universitario Aeronáutico. Servirá para producir energía de forma más eficiente.
El Sol es el motor de la naturaleza y cada vez hay más científicos que estudian cómo aprovecharlo mejor para motorizar esta civilización moderna dependiente de la electricidad.
Los paneles solares fotovoltaicos son la forma tradicional de transformar energía solar en electricidad. Pero es un método poco eficiente y para Argentina tiene como limitante que es un material importado.
Ingenieros del Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) –dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación y radicado en Córdoba– desarrollaron otro sistema que resulta más eficiente y que podría producirse íntegramente en el país.
Se trata de un motor Stirling, que utiliza los rayos del Sol para movilizar una serie de bielas y manivelas. Luego se acopla un generador eléctrico, que transforma la energía mecánica en electricidad.
“El ciclo Stirling es el de mayor rendimiento termodinámico y es superior al de Otto (motor de nafta) o al diésel. En la práctica, el motor Stirling tiene un 35 por ciento de eficiencia”, comenta Carlos Kozameh, investigador responsable de este proyecto llamado Intihuasi.
Y agrega: “En 2012, no sabíamos cómo hacer un motor Stirling. Hoy hemos desarrollado el primer motor argentino que puede generar potencias de más de un kilovatio”.
Rayos solares
La fuente de calor externa que moviliza al motor es el Sol. Un disco de espejos de cuatro metros de diámetro concentra los rayos solares en una superficie de apenas 15 centímetros, la cual alcanza los 600 grados de temperatura.
Esta pieza fue diseñada por investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Kozameh señala que el equipo está hecho íntegramente en Argentina. “La idea es hacer parques energéticos solares. Con el modelo comercial podríamos abastecer al país de energía si colocáramos estos equipos en una superficie de 20 por 25 kilómetros”, dice.
Y detalla que un parque solar con este sistema tiene un 10 por ciento más de eficiencia y cinco años más de vida útil que uno realizado con paneles fotovoltaicos.
Cómo es
El concepto del motor es similar al de un automóvil, sólo que cuenta con dos cilindros. Uno de ellos está a una temperatura alta y el otro a temperatura baja. Las altas temperaturas provocan que el gas (nitrógeno) se expanda. Al enfriarse se contrae. Estas diferencias de presiones mueven los cilindros.
El sistema posee también un mecanismo de seguimiento del movimiento del Sol con el fin de mantener apuntado el espejo al astro la mayor parte del tiempo que sea posible, como hacen los girasoles.
Además de la IUA y la UNLP, participan del proyecto Intihuasi la Universidad Nacional de Catamarca, donde instalarán el parque de prueba, y la empresa Industrial Belgrano (Ibsa), que aporta capital y será responsable de comercializar. La inversión fue de más de ocho millones de pesos.
Algunos sectores del norte argentino están entre los lugares con mayor radiación solar del mundo.
Por ejemplo, mientras en Buenos Aires la constante solar es de 500 vatios por metro cuadrado, en Catamarca es de 1.100 vatios por metro cuadrado.
Entre los impactos positivos del desarrollo, Kozameh destaca que “hay una transferencia de capacidades y conocimientos desde las ciudades centrales hacia el interior”.
Impactos positivos
En el interior. Según el responsable del proyecto, Carlos Kozameh, el desarrollo tiene varios impactos positivos. Entre ellos, la transferencia de capacidades y conocimientos desde las ciudades centrales hacia el interior.
Tecnología accesible. Además, se está desarrollando una tecnología accesible para el estado actual de la industria nacional, que implica fabricaciones, técnicas e insumos materiales que se pueden desarrollar en el país con mano de obra local. Y se trata de una fuente de generación de energía sustentable.