Apenas horas despuésde que Cristina Kirchner pontificara sobre "el final de la guerra fría" desde el podio de las Naciones Unidas (ONU), un halo deaquel pasado resucitó desde la sombra con la cancelación de la cumbre entre Barack Obama y Vladimir Putin y la constatación que eso implica de la pésima salud en el vínculo entre las dos potencias.

El claro desaire del líder norteamericano a su contraparte rusa fue justificado por la Casa Blanca por la "falta de progreso" en temas clave de agenda. Entre ellos, el desarme nuclear, el tráfico de armamento (sobre todo, hacia Siria), el comercio y los reclamos de respeto a los derechos humanos en Rusia.

Pero si bien aparece en segundo plano en el texto, la coincidencia entre políticos y analistas de Washington es que la razón para el desplante es el asilo que, en contra del pedido expreso de Estados Unidos, Moscú otorgó al norteamericano Edward Snowden, responsable de las filtraciones que descolocaron a la Casa Blanca con la revelación de operaciones masivas de espionaje dentro y fuera del país.

"La decepcionante decisión de Rusia de conceder asilo temporal a Snowden fue uno de los factores considerados para evaluar el estado actual de nuestra relación bilateral", confirmó el vocero presidencial, Jay Carney.

La cumbre entre los dos líderes estaba prevista para los primeros días del mes próximo, con ocasión de la cumbre del G-20 en San Petersburgo. Obama ratificó que irá al plenario porque "hay muchos temas importantes para considerar". Pero en medios políticos locales se insistió en que "no habrá ningún gesto de concesión" hacia Putin más allá de la que se le deba como anfitrión.

El Kremlin, a través de Yuri Ushakov, asesor en política exterior de Putin, expresó decepción por la decisión y dijo que ésta respondía a la disputa de ambos países en torno a Snowden.

Lo ocurrido abre el camino a una nueva guerra fría. El propio Obama deslizó la idea anteanoche al atribuirle "cierta mentalidad de ese tipo" a la dirigencia rusa.

También abre interrogantes de cara al futuro, mientras que, en lo inmediato y en un sarcasmo propio de la jerga de espías, el desplante fue bautizado aquí "operación salvar la cara", ante la opinión generalizada de que responde a la necesidad política de Obama de mostrarse duro ante Moscú por los fracasos diplomáticos que le viene produciendo.

"El asilo que Moscú decidió darle a Snowden no es la única razón ni, tal vez, ni siquiera la más importante. Pero sí es la que más expuso a Obama ante la opinión pública y la que más lo condicionaba" de cara a su anunciado encuentro privado con Putin, dijo a LA NACION Thomas Scherer, analista político de la Universidad de Pensilvania.

"Después de que, el pasado jueves, Rusia anunció el asilo temporal por un año al ex agente, la reunión con Obama estaba herida de muerte", añadió Steven Pifer, especialista en Rusia del Instituto Brookings, con sede en esta ciudad.

SARCASMOS POR TV

"La batalla diplomática la viene perdiendo Washington. Con esto, Obama intenta un golpe de fuerza, pero, de cara al futuro, quedan dudas porque ambas partes se necesitan. Sobre todo, cuando se replieguen las tropas norteamericanas en Afganistán", añadió Scherer.

El propio Obama insinuó su decisión anteanoche. "A veces, él peca de una mentalidad propia de la Guerra Fría", reprochó a Putin un Obama sin pelos en la lengua. Fue, en todo caso, más que un sarcasmo, si se tiene en cuenta que el líder ruso tiene un pasado de espía al servicio de la ahora disuelta KGB, el servicio secreto de la ex Unión Soviética.

El malhumor se hizo tan evidente que Obama tuvo esas consideraciones en una entrevista con el popular comediante Jay Leno. La intención del equipo presidencial era mostrar allí un costado más distendido y jovial. Pero era tan pesada la agenda del día y tan grave el momento que el programa, en la franja horaria estrella de la televisión, apenas si tuvo algún pasaje gracioso. Poco daba la situación para ello.

"Tras una cuidadosa revisión iniciada en julio, hemos llegado a la conclusión de que el progreso reciente en nuestra agenda bilateral con Rusia no es suficiente como para mantener una cumbre Estados Unidos-Rusia a comienzos de septiembre", indicó el comunicado con que la Casa Blanca dio una noticia que muchos aquí ya descontaban.

FRUSTRAN UNA SERIE DE ATAQUES EN YEMEN

Yemen frustró un complot de Al-Qaeda para tomar el control de dos grandes instalaciones de exportación de gas y petróleo, y la capital de una provincia en el este del país, anunció ayer el gobierno, mientras algunas embajadas occidentales en Saná permanecían cerradas.El anuncio sobre el frustrado complot tuvo lugar después de que las advertencias sobre posibles ataques de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) llevaron a Estados Unidos y algunos países europeos a cerrar misiones diplomáticas en Medio Oriente y en el norte de África el fin de semana pasado.La atención se volcó a Yemen cuando fuentes estadounidenses dijeron que interceptaron comunicaciones entre el líder de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, y el enlace de AQPA.En tanto, Barack Obama afirmó ayer que "el núcleo central de Al-Qaeda se encamina a una derrota", pero llamó a tomar en serio las recientes amenazas contra los intereses estadounidenses. "Gracias a ustedes, la jerarquía de la red Al-Qaeda recibió golpe tras golpe", dijo el presidente frente a 3000 marines en una en California.