Como suelen decir muchos, quien mal anda, mal acaba. Y parafraseando a Gabriel García Márquez, bien pudo haber sido la crónica de una renuncia anunciada: Primero, Argentina pierde la final de la Copa América Centenario. Posteriormente, Lionel Messi renuncia como jugador de la selección nacional. Mientras algunos tratan de reponerse de la shockeante noticia y organizan una marcha para que el mejor jugador del mundo continúe jugando para la albiceleste, más de veinte jugadores citados por Gerardo Martino para participar de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) no son cedidos por sus respectivos clubes. Luego, Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino, declara que "hay un 50% de chances de que la Argentina no presente equipo" en Río de Janeiro. Casi al mismo tiempo, la FIFA interviene en el ente más importante del fútbol argentino y desplaza a Luis Segura como “presidente”. A la postre, el DT del seleccionado nacional presenta una renuncia de carácter indeclinable “por graves inconvenientes para conformar el plantel que represente al país en los próximos JJ.OO.”.  

Bajo ese caos de novela está inmersa la ex Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Sí, ex asociación para ser más precisos, porque según una de las tantas definiciones del diccionario de la Real Academia Española, una asociación propiamente dicha es “un conjunto de asociados para un mismo fin y, en su caso, persona jurídica por ellos formada”. Y la AFA es todo lo contrario. No tiene autoridades, no hay un presidente, no hay un vicepresidente y los dirigentes de turno hacen lo que quieren. Nadie toma decisiones consensuadas y ninguno muestra demasiado interés en solucionar el conflicto. Si hay reuniones, sólo se habla de la Superliga y de cómo se repartirán los billetes que ésta genere.  

Ahora, a menos de un mes para el inicio de la cita olímpica en Brasil, la Selección Argentina no tiene DT para dirigir a un plantel que tampoco está definido. Marcelo Bielsa, Diego Simeone, Jorge Sampaoli y hasta Ricardo Caruso Lombardi son algunos de los nombres que suenan para remplazar al ‘Tata’ Martino. ¿Pero quién decide el cargo del próximo entrenador? AFA carece de potestad, estuvo a nada de ser intervenida judicialmente y por estas horas el mando lo tendría la “Comisión Normalizadora” instaurada desde Zúrich (Suiza).

¿Qué es este comité? Nadie lo sabe con exactitud. Según comentó Carlos ‘Chiqui’ Tapia (alguien que tiene algún cargo en AFA), “pareciera que están haciendo un casting para ver quiénes la conforman, no sé si son gente del fútbol o no”. Por el momento, sólo se conoce que la comisión estará conformada por siete personas y la FIFA se encargará de decidir los responsables de controlar lo que se haga dentro de las oficinas de la calle Viamonte. Todo muy confuso.

Por lo pronto, Víctor Blanco, ex titular de la Comisión de Selecciones, “confirmó” que Julio Olarticoechea se hará cargo del plantel argentino que competirá en los JJ.OO. porque sería el único profesional con contrato vigente en AFA (actualmente es el entrenador de la sub 20 y del seleccionado femenino mayor). ¿Quién decidió esto? ¿Julio Grondona desde el cielo?

En ese escenario está parado hoy el fútbol argentino. Sin autoridades dirigenciales, sin un director técnico real, sin torneo local y sin su capitán y mejor futbolista del mundo. Además, ¿bajo qué concepto se le puede pedir a Messi que siga jugando para la selección con este panorama? Y como quien dice, “las cosas tienen que empeorar para que puedan mejorar”, pero en AFA pareciera que el fondo no se toca nunca.