Fitness es una palabra proveniente del inglés, Fit=Sano/Saludable. Significa ‘’Bienestar’’.  Hace referencia a un estado de bienestar generalizado de salud física y mental logrado a partir del desarrollo de una vida sana, la cual se basa en la unión inseparable entre entrenamiento y alimentación. Estas dos piezas son las claves para obtener los mejores resultados a tus objetivos asociados al estar bien, por dentro y por fuera.
 
Se trata de ejercitarte diariamente, incluyendo ejercicios de musculación y cardiovasculares. De esta forma podrás construir músculo y perder grasa logrando una composición corporal adecuada para tu salud. Será la forma que tienes de volverte más eficiente, previniendo múltiples enfermedades.
 
Fuimos hechos para movernos, está en nuestros genes desde que nacimos. Por eso debes mantenerte activo, camina en lugar de conducir, sube las escaleras en lugar de usar el ascensor, etc. Si quieres, puedes lograrlo. Respeta los descansos, no entrenes más de 5-6 veces en la semana. Tu cuerpo se repara y tus músculos crecen cuando descansas. Duerme 7-8 horas sin falta siempre, ya que al dormir se libera la hormona  de crecimiento, la cual ayuda a perder grasa, aumentar masa muscular y además a controlar el apetito.
 
La alimentación es el otro pilar en este estilo de vida, para lo que debes adquirir hábitos saludables. Somos lo que comemos literalmente, y todo el ejercicio que hagas no tendrá resultados sino lo acompañas de una buena nutrición. A través de una alimentación adecuada es que recibirás los nutrientes y energía necesarios para enfrentarte a todos tus desafíos y para lograr tus objetivos. 
 
¿Qué debes saber de ella?
 
En simples palabras, tienes que saber que nunca deben faltarte los macronutrientes correctamente distribuidos a lo largo de tu día. Es decir, come a diario proteína, grasas y carbohidratos en su cantidad y horarios correspondientes. Las proteínas deben estar presentes en todas tus comidas, su función es estructural y te ayudarán a construir músculo, a repararte de cualquier desafío y a controlar tu apetito; las grasas, buenas por supuesto, y los carbos cumplen una función energética principalmente, pero también te aportarán beneficios como mejorar tu metabolismo y circulación sanguínea, cambiar tu composición corporal, controlar el colesterol, la frecuencia cardíaca y muchos más. Debes comer cada 3 horas, de esta forma controlas apetito y mantienes activo tu metabolismo.
 
Además te debes mantener hidratado todo el día. La frase ‘’estamos hechos de un 70% de agua’’ no es casualidad. Ella es la encargada de transportar todos los nutrientes al interior de nuestras células y de contribuir a la eliminación de todas las sustancias de desecho que produce nuestro organismo. 
 
Ser fitness es estar bien por dentro y por fuera y eso se logra con decidirte por adquirir pequeños hábitos que te ayudarán inmensamente. Si eliges este estilo de vida aprenderás no sólo a verte bien, sino a proponerte objetivos y a hacer el esfuerzo por cumplirlos. Se trata de encontrar la mejor versión de ti mismo. Esa que te haga sentir bien, feliz, fuerte… realizado/a. No es fácil, pero tampoco imposible.  Confía en ti mismo y no abandones lo que quieres. La garantía del éxito está en decidirte y hacerlo. 
 
Foto: Salomon Urraca Photography