Investigadores del Instituto Aeronáutico de Córdoba desarrollaron un paracaídas de vuelo autónomo capaz de llevar asistencia a víctimas de desastres naturales o de accidentes en zonas de montaña
Cuando una persona se pierde en la montaña, puede pasar mucho tiempo hasta que se note su ausencia. También pueden transcurrir días hasta que se la pueda ubicar y, aun encontrada, en ocasiones solo es posible llegar hasta ella por tierra, ya que las montañas no son lugares donde se pueda aterrizar un avión, y la falta de superficies planas y los fuertes vientos dificultan la tarea para un helicóptero.
Por estas razones, contar con una forma de enviar equipamiento para primeros auxilios lo antes posible resulta vital. Investigadores del Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba (IUA) diseñaron un paracaídas con piloto automático que permitiría llevar ayuda en forma precisa al lugar donde sea necesario. El sistema también está pensado para cuando debe distribuirse ayuda en diferentes locaciones, por lo que podrían lanzarse varios paracaídas en un solo vuelo de recorrida. Esto sería útil para zonas afectadas por inundaciones y otros desastres naturales.
"Todo el dispositivo fue diseñado desde cero, y cada paracaídas está pensado en base a la carga que tiene que sustentar. Ahora tenemos uno capaz de cargar de 5 a 10 kilos y la versión definitiva podrá transportar hasta 100 kilos", le dijo a TSS Cristian Alberoni, alumno de ingeniería electrónica del IUA.
La electrónica del desarrollo de este paracaídas con autopiloto está basada en la plataforma de hardware libre de la Computadora Industrial Abierta Argentina(CIAA).
El paracaídas puede ser lanzado desde cualquier altura sin restricciones, aunque se espera que sea desde una altura baja debido a las misiones para las que está pensado.
La electrónica del desarrollo de este paracaídas con autopiloto está basada en la plataforma de hardware libre de la Computadora Industrial Abierta Argentina (CIAA) y en el proyecto trabajan miembros de los departamentos de Aeronáutica y Electrónica de esa institución.
La idea de usar la CIAA como unidad de control del paracaídas se tomó después de que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, e Innovación Productiva (MINCYT) ofreciera dos de estas plaquetas mediante una convocatoria para difundir su uso. Si bien el proyecto no recibió financiamiento por parte del Ministerio, no lo requirió dado que todas las piezas utilizadas en el prototipo ya se encontraban en el IUA.
A la CIAA van conectados diferentes sensores como un acelerómetro, un girómetro, un magnetómetro, sensores de presión estática y dinámica, y un GPS, que introducen valores que son analizados por la CIAA para luego, mediante diferentes motores, tirar de las cuerdas del paracaídas y darle dirección o hacer un descenso más rápido o lento.
El desarrollo del software del piloto automático del prototipo forma parte de la tesis de grado de Alberoni.
Actualmente, están utilizando un autopiloto comercial que se utiliza en diversos VANT (vehículos aéreos no tripulados) para hacer las pruebas de la parte aeronáutica del prototipo, mientras que, para la versión definitiva, estará disponible el autopiloto con plaqueta propia que incluya la CIAA y el resto de la electrónica, como el conjunto de sensores previstos.
El paracaídas permite dos modos diferentes de control, uno en el que vuela de forma completamente autónoma siguiendo coordenadas previamente configuradas y en el que puede ser manejado a distancia en forma radiocontrolada.
Una vez finalizados los ensayos avanzarán con la versión definitiva del sistema, que, en principio, no tiene prevista una versión comercial, sino que será para el uso de la Fuerza Aérea, organismo del que depende el IUA. Si bien se han desarrollado paracaídas autónomos en otros países, tanto en el ámbito civil como militar, no hay antecedentes en la Argentina.
La iniciativa cobró notoriedad gracias a su presentación en Expotrónica, la exposición de la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones que se llevó a principios de junio en Córdoba. Javier Fernández, codirector del proyecto por el Departamento de Electrónica del IUA, dijo que "tuvo muy buena aceptación, mucha gente se acercó a conocer el proyecto y a entender un poco sobre lo que estamos haciendo".