Tras el allanamiento que se realizó la semana pasada en un hogar de la tercera edad que se encontraba en malas condiciones y haberse conformado una mesa de trabajo para los geriátricos de la ciudad, la responsable del Programa Educativo para Adultos Mayores (PEAM) de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), profesora Gabriela Müller, dialogó en LV16 acerca de esta problemática.  

“Estamos totalmente comprometidos y nos conmueve profundamente, pero no hay que quedarse en un diagnóstico, sino llevarlo a la practica con acciones concretas para que algunas acciones no se repitan”, dijo Müller.

La docente manifestó que confía en el compromiso de quienes están a cargo de la conducción y de las políticas públicas de la ciudad. “Llegar a esta problemática en adultos mayores tiene que ver con no haber hecho un seguimiento de una cuestión mucho más amplia y que tiene que ver con un fenómeno social, económico y cultural global. No es sólo una problemática de Río Cuarto o de Argentina, es algo mundial”, planteó.

Müller sostuvo que en ocasiones, esto sucede por varias razones, tales como “el aumento en la expectativa de vida por el desarrollo de la tecnología o la medicina”, y al mismo tiempo por "el orden del mundo que gira en torno al trabajo y cambió radicalmente lo que antes era la estructura familiar típica”. “Hoy por todas las cuestiones de la vida, hace que no tengamos un tiempo necesario para cuidar gente de la tercera edad”, explicó.

A su vez,  indicó que palear una situación de discapacidad o enfermedad “no es lo mismo para una familia que tiene la disponibilidad económica para sostener algún problema puntual que aquellos que no disponen de eso”.

De todos modos, la responsable del PEAM señaló que a veces “no se reduce a una cuestión económica”, sino que “hay una concepción de que la persona mayor no sirve más porque ya no produce para la sociedad”.
 
La necesidad de un Estado comprometido
 
“El Estado se tiene que hacer cargo de esta problemática cuando el particular no puede responder a esta demanda. Lo tiene que hacer desde varios frentes y acciones concretas”, puntualizó Müller.

No obstante, si bien deslizó que sería importante disponer de mayor cantidad de geriátricos, residencias o instituciones en donde puedan vivir los adultos mayores, “no sólo se trata de abrir de estos lugares, también es fundamental que el Estado tome cartas en el asunto”.

“La peor de las opciones para un ser humano, independientemente de su franja etaria, es el encierro, por más cómodo y confortable que sea”, destacó. 

Por último, propuso como alternativa retomar el Programa de Cuidadores Domiciliarios promovido por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
 

Informe16