El Pirata se impuso con un gol en contra de Juan Sabia ante Vélez en el encuentro de ida de los 16avos de final. La revancha será en Liniers
Belgrano pegó primero este martes en Córdoba en el inicio de la serie de 16avos de final de la Copa Sudamericana frente a Vélez. Lo venció por 1-0 tras mostrarse más claro, afilado y sólido en los primeros noventa minutos de esta llave argentina y el 29 de agosto visitará Liniers a la expectativa de meterse en octavos.
Al apático Fortín le costó mucho encontrarle la vuelta al partido en el período inicial. Es que el Pirata presionó y fue veloz en el mediocampo y logró monopolizar la pelota hasta tres cuartois de cancha, donde perdía profundidad pero no intensidad.
Así, el tanto que puso arriba al anfitrión llegó a los 15 minutos tras un buen avance de César Pereyra por la derecha y un centro pasado que Jorge Velázquez conectó para disparar al arco. Sin embargo, Juan Sabia puso el pie incomprensiblemente, desairó a Sebastián Sosa y desvió el balón hacia la red.
El dominio cordobés fue menguando con el correr de los minutos, aunque nunca desapareció. Lucas Pratto tuvo la más clara de los de Liniers mucho después, pero remató alto, y por último Velázquez cabeceó cerca y Fernándo Márquez definió afuera sin arquero tras un contraataque.
El complemento se inició parejo, con un local que no quería y una visita que no podía. En cuanto se clarificaron las cosas, fue el Fortín el que llegó a coquetear tibiamente con el empate, con una sorpresa de Héctor Canteros que ahogó Juan Carlos Olave y un tiro libre de Federico Insúa que también tapó el uno.
Pero a los 32, Domínguez y el ingresado Carlos Bueno se cruzaron en la mitad de la cancha (dio la impresión de que el zaguero lo golpeó con el codo) y el de Vélez se llevó la tarjeta roja. A partir de entonces, los de Buenos Aires priorizaron cuidarse en el fondo y los cordobeses aguantar hasta el desenlace.
Belgrano golpeó primero con fortaleza y podrá afrontar con optimismo su segundo paso en esta Copa. Del otro lado, a Vélez no le cerró el resultado, pero mucho menos su nivel futbolístico. Sin dudas, Ricardo Gareca tiene bastante para trabajar con sus muchachos.