Cada vez es más común escuchar a muchas personas decir que sufren de “ojo seco”. La patología se ha masificado tanto que ya es una especialidad en la oftalmología.
El doctor Fabián Jaule de Oftalmos Río Cuarto comentó que existen dos tipos de “ojo seco”: uno que se produce por evaporación de la lágrima, se da en el 75 por ciento de los casos, y otro que se produce por la falta de secreción. Pero ambos producen la misma sensación.
Jaule explicó que hay múltiples causas del problema. El excesivo uso de la computadora evita el parpadeo y eso estimula menos las glándulas lagrimales. Además, hay patologías como las alergias que generan un efecto propicio para que se produzca el ojo seco. Incluso la falta de líquido o la práctica de deportes al aire libre, pueden potenciar la aparición de este problema.
Pero afortunadamente hay cada vez más tratamientos. El más novedoso se presentó hace pocas semanas en el Congreso de Oftalmología de Chicago, y se trata de una almohadilla térmica que estimula el funcionamiento de la glándula. Es útil para controlar el problema del ojo seco y también otras patologías, y lo mejor es que el mismo paciente es quien se lo aplica, aseguró Jaule, y advirtió que es un complemento de las gotas.
En el caso de los pacientes que tienen falta de secreción lagrimal, el origen del problema puede estar en otras enfermedades. Pero hay tratamientos con geles lubricantes, medicamentos vía oral, consumo de Omega3, etc.
Jaule señaló que un ejercicio para prevenir el trastorno del ojo seco, se recomienda a quienes usan la computadora que cada 45 minutos dejen de mirar la pantalla por 15 minutos para darle tiempo al ojo de volver a lubricarse.