Estamos todos sorprendidos con las noticias, el eje de la información se cambió y hasta anoche veíamos a los americanos que salieron a manifestarse, situación poco habitual en un país con tanta “previsibilidad”.

Hacer conjeturas de cómo afectará el cambio de Gobierno en el precios de los granos es al menos apresurado. Falta que corra mucha agua bajo el puente, recién fue electo el nuevo presidente tendremos que esperar al menos conocer de forma precisa las políticas que aplicará para medir el impacto, solo conocemos las promesas de campaña.

A pesar de que deberíamos actuar con prudencia, el 9 de Noviembre vimos bajas de los granos, y apenas conocido el informe el dólar en los mercados de moneda mostraba importantes pérdidas; sin embargo al final de la rueda la moneda americana terminaba fortalecida, y continuaba con su tendencia aún el 10 por la mañana en la apertura de los mercados.

La única certeza que tenemos que desapareció la prima climática en el hemisferio norte, que la volatilidad en la cotización de los granos disminuyo y que esto nos permite comprar opciones de venta (Put) a precios razonables u opciones de Compra (Calls) para cubrir los ventas de la nueva cosecha. Esto es el fiel reflejo de la vida, algunos ven amenazas, otros oportunidades y quienes están preparados pueden transformar esas amenazas en oportunidades.

En síntesis las cotizaciones están amenazadas por factores fundamentales propios que son una gran oferta de granos, posiblemente tengamos suerte y se trate solo de una amenaza, pero nunca está de más tomar algo de coberturas.

En los próximos días veremos como el “mercado climático” se traslada al hemisferio sur, se incrementan las oscilaciones de precios ante los pronósticos del comportamiento del tiempo y se encarecen las primas de las opciones de soja si tenemos la historia del mercado. Las variaciones en maíz en los mercados internacionales deberían ser menores debido a la abundante oferta.

Muchas veces tratamos de seguir la lógica para posicionarnos con nuestras ventas, pero en este mundo ya nada es tan previsible; o acaso usted se imaginó alguna vez ver a un americano “caceroleando”.
 
Juan Vasquetto