Reducir la incertidumbre aumenta las posibilidades de éxito en la gestión agropecuaria, ya que una administración eficiente no es maximizar las utilidades sino estandarizar los resultados para evitar entrar en zona de quebrantos.
Durante los últimos días vimos como el dólar se fortaleció con respecto a estas monedas, situación que debería complicar las exportaciones de los bienes que cotizan en dólares entre ellos los granos y sus subproductos. A pesar de estas circunstancias las exportaciones americanas vienen a un ritmo acelerado, por encima de lo planificado.
El elevado ritmo de ventas permite suponer que los stocks proyectados disminuyan, y a pesar que estamos muy lejos de llegar a niveles críticos de aprovisionamiento los precios al menos se mantienen.
Las cotizaciones actuales impulsan al “farmer” a sembrar mayor superficie de soja que de maíz de mantenerse los precios relativos entre estos productos.
Todas las miradas de los analistas están puestas en el comportamiento del tiempo en el hemisferio sur por su importancia en el aporte de soja a la oferta global y las medidas económicas que implementará el recientemente electo presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Hasta ahora los pronósticos del comportamiento del tiempo para el horizonte temporal donde se desarrolla la producción de estas latitudes no vaticinan grandes amenazas desde lo productivo encaramos un año que se pronostica dentro de la media. Con respecto al tipo de cambio se esperaba que el Dólar baje con respecto al resto de las monedas, sin embargo hasta ahora el precio de la moneda americana creció.
En síntesis las noticias no son alentadoras para los precios de los granos, y la lógica indica que estos son buenos valores para comercializar la producción tanto disponible como en los futuros.
Los precios de la oleaginosa de acuerdo a los valores del mercado de futuros y los costos de producción muestran rentabilidades aceptables para una rentabilidad riesgosa como es la agricultura.
En el caso del maíz, tenemos una cuota de esperanza que los futuros puedan mejorar, esto no significa que no debo tomar coberturas, sino que las estrategias elegidas tienen que ser flexibles.
Administrar los riesgos que se enfrenta la empresa agropecuaria permite planificar las ventas, la logística y ahorrar costos financieros.
Reducir la incertidumbre aumenta las posibilidades de éxito en la gestión agropecuaria, ya que una administración eficiente no es maximizar las utilidades sino estandarizar los resultados para evitar entrar en zona de quebrantos.