"Si hubieras buceado -como yo hice- en las barreras de coral hace 20 años. Y en esas mismas barreras de coral, ahora. Empezaría a pensar en construir un cohete para abandonar el planeta ahora mismo". Michel Comte, uno de los fotógrafos más famosos del mundo, leyenda del universo de la moda y militante de la causa ecologista desde hace más de dos décadas (embajador de WWF), confiesa a EL MUNDO que sus dudas sobre el calentamiento global se enfriaron después de un par de visitas al circulo polar ártico y al Himalaya. "Sólo un idiota puede pisar esos sitios y pensar que lo pasa allí no tiene relevancia", dice.
El aumento de seis grados de la temperatura del Ártico, la extremada virulencia de determinados fenómenos metereológicos y la dependencia energética de los combustibles fósiles, han puesto a medio mundo en alerta, mientras la otra mitad sigue creyendo que todo forma parte de un ciclo natural predeterminado en la que no hay injerencia humana probable. En Antalya (Turquía), hace unas semanas, y en el marco de la Expo que allí se celebraba, diversos expertos en distintos ámbitos de la ciencia, la tecnología y el arte, se reunieron para tratar de subrayar su impresión de que el camino emprendido por la humanidad es irreversible.
Pablo Ganguli, el director de Liberatum, una compañía dedicada en cuerpo y alma al proselitismo ecológico y a la concienciación pública, a través de métodos educativos y proyectos audiovisuales, presentaba en Turquía la más ambiciosa de las iniciativas de su criatura: un documental llamado In this climate... que reúne a una tonelada de rostros populares en busca de un impacto real sobre el público global: el actor Mark Ruffalo (Hulk, en Los Vengadores), la artista Marina Abramovic, el naturalista Sir David Attenborough, el lingüista y filósofo Noam Chomsky, la ex responsable de la rama de las Naciones Unidas especializada en cambio climático, Christiana Figueras, el especialista de Harvard, James Anderson, el científico y especialista en patrones atmosféricos del MIT, Kerry Emanuel o personajes tan dispares como la diseñadora Vivienne Westwood o Susan Rockefeller.
Efectos del cambio climático
Para Ganguli, la selección no es caprichosa: queríamos mostrar como la innegable realidad del cambio climático afecta por igual a todos. Cualquier disciplina, profesión o área de trabajo va a ser modificada y deberemos ajustarnos a los nuevos parámetros. Desde un punto de vista puramente científico ya no existen dudas al respecto: la desglaciación, la subida del nivel del mar (ya notable en algunos puntos del planeta) y el imparable aumento de la temperatura nos conducen a un escenario conflictivo. Tampoco hay una apuesta clara por las energías alternativas y no es que deban tomarse medidas urgentes, es que incluso tomando ahora mismo esas medidas nadie nos asegura que podamos evitar el desastre". El propio Ganguli y el realizador Tomas Auksas, han dirigido el documental, centrado en un serie de entrevistas acompañadas de una extensa recopilación de datos sobre la extensión real del problema.
Leon McCarron, irlandés dedicado a la exploración para organizaciones como National Geographic, tiene una visión poco optimista de los esfuerzos humanos para preservar el entorno natural: "Lo que he notado en mis viajes es que cuando está más desconectadas están las personas del medio ambiente, menor es el deseo que sienten por protegerlo. Es crucial que enfaticemos la importancia de educar a las nuevas generaciones sobre aquello que les rodea, de forma que puedan entenderlo y que activen todos sus recursos para protegerlo".
Comte va un poco más lejos, metido desde hace años en una guerra sin cuartel sobre ciertas políticas que permiten a las grandes compañías actuar sin cortapisas de ningún tipo por lo que se refiere a las cláusulas medioambientales: "Son los gobiernos los que deberían regular a las compañías y no al revés. No podemos parar el progreso tecnológico pero debemos usarlo para servir a nuestra causa: Facebook, Google... estas compañías pueden llegar a cualquiera y deberían hacerlo", afirma.
Para acabar, el doctor Ken Yeang, considerado el pionero en arquitectura sostenible y el mayor especialista mundial en instalaciones bioclimáticas (y al que el rotativo The Guardian coloca como uno de los 50 personajes básicos para la conservación del planeta), expone a EL MUNDO su visión poco optimista de la coyuntura actual: "Hemos pasado ya el punto de no-retorno y eso es porque no hemos comprendido que somos la especie más poderosa del planeta y que hacemos muchas cosas que las demás especies, y que esas cosas contaminan el medio ambiente. Hasta un negacionista puede entender eso". Yeang, que es célebre por su capacidad para integrar los edificios que construye con la fauna y la microfauna local (y que en ocasiones llevan años de estudio previo) propone una triple solución para alterar la actual cuesta abajo del cambio climático: "Beneficios, penalizaciones y persuasión. Esas son las tres maneras en las que los gobiernos pueden generar algún tipo de afectación en las compañías, y eso es lo qué deberían hacer", concluye.

El Mundo