Facebook es una red social gratuita porque, básicamente, utiliza la información que nosotros damos voluntariamente para comercializarla y conseguir publicidad lo más precisa posible para sus anunciantes. Todo legítimo y todo puesto sobre la mesa cuando se acepta usarla.
Facebook es una red social gratuita porque, básicamente, utiliza la información que nosotros damos voluntariamente para comercializarla y conseguir publicidad lo más precisa posible para sus anunciantes. Todo legítimo y todo puesto sobre la mesa cuando se acepta usarla.
Lo que no es tan claro es si comprar información sobre lo que hacemos al margen de Facebook es tan moral. Precisamente eso es lo que ha estado haciendo la red social durante los últimos años y, según ha publicado ProPublica, sigue sin detallar claramente cómo obtiene cierta información a sus usuarios.
La excusa que ponen es muy simple: no cuentan nada porque obtienen esa información de terceros. "Nuestros proveedores de información hacen sus categorías públicas en distintas plataformas de anuncios, no solo en Facebook", comenta Steve Satterfield, un responsable de Facebook en temas de privavidad y políticas públicas.
Las categorías que menciona son los grupos en los que Facebook categoriza a sus usuarios para repartirlos entre los anuncios más adecuados. Así, si hablas mucho de deporte, estarás en esa categoría y te llegará publicidad relacionada.
Lo que ocurre y levanta nuevas incertidumbres es que Facebook también agrupa a usuarios por categorías teniendo en cuenta las actividades que no tienen lugar en Internet ni en su red social, pero que conocen gracias a la información que compra a otras empresas de datos.
Al no hacer públicas estas categorías, Facebook estaría ocultando a sus usuarios una parte importante de la información que manejan sobre ellos. Según los datos de ProPublica, en total se manejan unas 52.000 categorías distintas, y muchas de ellas no se sabe de dónde salen exactamente.
La privacidad y la seguridad en torno a la información que manejan las grandes empresas de Internet es un tema delicado que se ha tratado con más cuidado en los últimos meses, sobre todo a raíz de hackeos masivos y de una mayor preocupación de la Unión Europea sobre lo que ocurre con dicha información.