Mauricio Macri se refirió hoy a la agresión que sufrió ayer en la provincia de Neuquén por parte de un grupo de manifestantes. En una entrevista, el Presidente dijo que no le preocupa su seguridad, aunque remarcó que el Gobierno se "ocupa" del tema.
"No me voy a resignar a perder contacto con la gente por estas minorías organizadas", afirmó el mandatario. "Viajo por todo el país. Tal vez, he viajado en el primer año de gobierno más que varios presidentes en todos sus períodos porque para mí es fundamental estar cerca de la gente, sobre todo en un año tan difícil como el que hemos tenido", agregó.
Ayer, un grupo de personas atacaron con piedras al vehículo en que se trasladaba Macri en la localidad de Villa Traful, donde encabezó un acto. Se trata de la segunda agresión que el jefe del Estado sufre en cuatro meses. Las autoridades de Neuquén apuntaron contra un grupo de integrantes del gremio ATE, de Neuquén. Al menos siete personas fueron demoradas por el hecho, pero ya fueron liberados.
"Estamos ocupados en el tema. Hemos recibido amenazas por las redes, por carta, durante todo el año. Hay todo un equipo de gente que ha ido desculando una y otra y algunos han tenido que vérselas con la justicia. Pasó lo mismo en Mar del Plata", explicó.
El primer mandatario advirtió que los manifestantes tenían una "actitud violenta" y contó que intentó dialogar con ellos para calmarlos. "Lo que hacen estas minorías violentas está mal y se tiene que terminar. Ellos pueden expresarse, opinar y votar. Si hay algo de que estoy contento este año es que hemos logrado un espacio de convivencia distinto, con más tolerancia", aseguró.
Macri admitió que tuvo responsabilidad en el incidente al confirmar que hizo cambiar el recorrido que tenía previsto hacer la camioneta en que viajaba para comprar alfajores. "Primero, no quiero poner celosos a los cordobeses, pero los alfajores son muy buenos. Ya me comí un par, me parece que valió la pena el riesgo asumido", lanzó entre risas.
"Lo segundo es que era un grupo muy chico, eran quince personas. Empezaron dialogando y terminaron con una actitud violenta, destrozaron la camioneta. Me parece que la Justicia actuó y espero que siga adelante", sostuvo.
El Presidente reconoció que le cuesta seguir los protocolos de seguridad. "Si uno lo compara con Obama y su visita, no hubiese podido hacer eso [hablar con los manifestantes] y, seguramente, en EEUU si algunos tienen actitudes de la violencia que tuvo este grupo de personas ayer las consecuencias son inmediatas y contundentes. Ahí no se juega", aseveró.
El jefe del Estado, además, cuestionó al secretario general de ATE Neuquén, Carlos Quintriqueo, quien admitió que su gremio había organizado el "escrache" a Macri, pero negó que lo hayan atacado con piedras. "Se adjudica el escrache como algo razonable. Esos son los niveles de intolerancia que tenemos que luchar para erradicarlos en la Argentina", indicó.
La Nación