Mujeres a Cara Lavada... María Paula Stecco

-¿De qué estás hecha?
Estoy hecha de experiencias, recuerdos, sensaciones, risas y llantos.

-¿Cuando mirás al espejo a quién ves?
A alguien que ha llegado a la mitad de su vida con casi todo lo que una mujer puede desear. Y digo casi porque siempre falta algo. Mi rasgo innato de autoexigencia me lo hace notar siempre.

-¿Te gusta ser mujer?
Adoro ser Mujer. Como si me tocaba nacer hombre lo hubiese disfrutado también. Es la trascendencia humana más allá de género.

-¿Cómo son tus sueños?
Depende. Algunos  tengo la sensación de que son inalcanzables. Pero siguen ahí. Otros, más logrables. Son los que me mantienen en pie de guerra, en acción. A otros ya los he cumplido y me incentivan a seguir adelante y a pensar que puedo lograr más.

-¿Por qué elegiste lo que hacés?
Para estar cerca de la gente. Para intentar conocer el mundo un poco más y brindar un servicio tan esencial como la Comunicación y la Compañía a través de los Medios, en especial la Radio.

-¿Cómo te sentís con tus curvas de mujer?
Curvas o falta de ellas.  Respeto y cuido mi envase todo lo que puedo. Me gustan las curvas, más si son pronunciadas.

-¿Qué ves cuando te encontrás a primera hora del día con tu cara lavada?
Veo que me acerco a los 40 y empiezo a querer encargar cremas antiarrugas, jajaja. Pero además veo a una mamá y esposa que intenta estar presente en todos los aspectos de la vida familiar.  Y a una profesional que mientras se pone rimmel, toma el café y escucha la radio para ir ganando tiempo.

-¿En qué detalles de tu día dejás tu impronta?
En llenar de besos de buen día a los peques antes de que despierten y se den cuenta de lo cargosa que puede ser mamá.
En seleccionar la información que considero apropiada, con el tono para el programa y medio para el que trabajo.
En sentarme a la mesa con los míos aunque sea 15 minutos, celular Modo Avión,  y tratar de propiciar la charla.
En tender las camas antes de salir y juntar los juguetes para que cuando regresemos la casa no sea un caos.
En comprar el helado de dulce de leche granizado que le gusta a Fran.
En buscar la mirada a los ojos de las personas cuando hablamos.

-¿Qué es la lucha?
Es la búsqueda y el accionar constante de cada uno por aquello que te moviliza, te trasciende. Es la fibra que te hace sacar la pata del acelerador cuando te conmovés o pisarla a fondo cuando te enojás  y querés cambiar las cosas.

-¿Ante qué no claudicás?
Ante un No. Tarde o temprano y en las vueltas de la vida, si lo siento lo vuelvo a intentar.

-¿Cómo eras de niña?
Como hermana mayor creo que era bastante responsable, colaboradora, trataba de dar el menor trabajo posible en una casa con padres separados  donde vivíamos con mamá que trabajaba en la Uni todo el día. Hiperactiva. Sensible. Celosa de mi hermano Juan, lo asumí tras años de terapia; ese gordo pancho que –en ese momento- no se hacía problema por nada.

 -¿Qué le dirías hoy, como mujer, a la niña que fuiste?
Le diría que la Perfección no existe. Que se ensucie el vestido nuevo. Que cante más fuerte y no tenga miedo de sacar su voz. La acompañaría a la cancha. La llevaría a pescar. Y la sacaría del Colegio de monjas para que vaya a una escuela pública y mixta.

-¿Qué pensaría de vos la niña que fuiste?
Que a pesar de todo, demasiado hemos hecho.

-¿Qué mujeres te han inspirado?
Mi mamá Virginia Luna. Mi suegra Alcira Rivarosa. María Inés Castresana. Susana Dillon. Y varias más…

-¿Amás?
Amo.

-¿Qué tiene de especial el ser o los seres a quienes amás?
Todos y cada uno tienen algo especial, no podría rotularlos bajo una sola palabra. Pero si pudiera elegir varias diría paciencia, mirada amorosa, ternura, tezón, convicción, tiene que ser un ser activo, adoro los seres que Hacen pero sobre todo a los que se hacen cargo de sus mambos. Que piden Perdón si hieren y tratan de mejorar y reparar. Tienen que saber pensar en el Otro.

-¿Cómo es  tu relación con tu casa?
Mi casa – mi Hogar: mi nido, mi rincón en el mundo. Mi familia. Lo que pensé que jamás tendría. Siempre me imaginé solitaria viajando por el mundo. Mi casa: mis discos, mi almohada, mis  tomates de la huerta, mis plantas. Mi todo.

-¿Qué te gusta hacer en tu casa?
Ante todo siempre con música. Sin música nada. Con ella podría hacer casi hasta cualquier cosa. Al menos lo intentaría. Disfruto la jardinería, si es con mis hijos mejor. Patear penales en el patio. Comer algo con amigos. Y mantenerla en orden. Que la casa esté en orden! Jajaja…

-¿Cómo combinás tu labor más externa con tu vida privada?
Tratando de cuidar y medir algunas cuestiones. La actividad a la que me dedico deja traslucir bastante de lo que soy todo el tiempo en el que estoy al Aire, es una exposición constante. Uno no sólo dice en los medios: uno ES diciendo, se nota si pensás así, si pensás asá, si estás bien o no tanto,  si estás enferma o excitada…Hay que mantenerse en algún tipo de equilibrio que ayude a no desbarajustar lo integral. Y ahí están las herramientas de la carrera a las que hay que echar mano. Mamá me ha dicho más de una vez “pero cómo estás tan mal si en la radio yo te escucho bárrrrbara??”  Y eso aunque me da bronca, a la vez me da orgullo.

-¿Con qué te mimás?
Con salir a correr o entrenar al menos un par de veces por semana, si puedo tres. Me cambia el humor, me pone BIEN. De vez en cuando algunos masajes de la terapista de las manos mágicas. Y con golosinas o helado, obviamente.

-¿Cuándo fue la última vez que te miraste a los ojos y te dijiste te amo?
¿A mí misma?. Nunca.

-¿Qué es la belleza? ¿Te sentís bella?
La belleza es un canon que está muy estereotipado, sobre todo en nuestro país, sobre todo en nuestra ciudad. Pero personalmente creo que está relacionada con los sentimientos y la construcción que uno pueda hacer de las personas con las que se relaciona. La Belleza es para mí Momentos con otro o con uno mismo, en determinado lugar. Como la Felicidad.
Y algún gringo encanecido con el pelo revuelto y barbita de 3 días, podría ser también. Pero ojo, que pueda sostener una conversación! Y hasta un matrimonio de 10 años!! La belleza actúa en el cerebro más que en los ojos.
Y sí, a veces me siento más bella. A veces menos.

-¿Qué te duele?
El que sufre. El que no tiene armas para hacer valer sus derechos.

-¿Dónde está tu alma?
Generalmente uno asocia el lugar del alma con el pecho. No sé, no tengo idea dónde tengo el alma. Pero siento que se me sale cuando canto con todas mis ganas.

-¿Qué dolor se te hizo piel y convivís con él?
Es angustia. Es un dolor muy fuerte, muy hondo, muy asfixiante y oscuro que a veces desaparece un tiempo, pero otras vuelve y me hace notar que está ahí acechándome. Es Dolor y no se me va a ir jamás. Ya nos hemos hecho uno. Por él soy lo que soy.

-¿Por qué reís?
Por mis hijos. Que iluminan mis días con sus preguntas y sonrisas y me hacen sentir que puedo ser mejor persona.

-¿Qué es la muerte?
El paso de un estado a otro.

-¿Por qué celebrás?
Por la existencia del Amor, bajo cualquier forma, que a la larga es más fuerte que cualquier cosa.

-¿Qué no puede faltar en tu mesa?
Una copa de Malbec o Cabernet.

-¿Cuál es tu último pensamiento antes de dormir?
No soy consciente de mis pensamientos antes de dormir. Acostumbro a leer y supongo me quedo con lo último que leí. Que últimamente oscila entre el Le Monde y 3 libros que estoy por terminar.

-¿Tenés fe en algo?
En mis convicciones.

-¿Un sueño que quieras compartir?
Está trillado pero es mi sueño: viajar por el mundo. Juro que cuando crezcan los chicos haré todo para lograrlo. De a poquito, en cuotitas, jejeje…

-¿Cuál es tu próximo horizonte?
-Desde hace un tiempo me propuse vivir el hoy y ahora. No tengo un horizonte visible para mí. Soy muy ansiosa y me mata saber que me falta tanto tiempo o camino para llegar a determinado destino. Construyo mientras ando, siempre atenta a las oportunidades que se presentan y puedo crear.

-¿Qué te dejó esta entrevista?
Uy, una gran introspección como hacía tiempo no hacía. Sólo mi terapeuta lo sabe! Gracias!! Aunque uno siempre después de estas entrevistas se queda así como diciendo “me habré desnudado demasiado”?

-¿Quién sos?
Soy Pauli. Gringa…Paula me suena a reto. Tengo 38 años. Mamá de Martiniano y Constantino. Esposa de Fran. Comunicadora desde hace 15 años,  amo la radio y el Periodismo. Me pinto la cara para cantar fuerte en “Pateando Sapos”, murga que intenta decir lo que no se dice  y también juego a hacer otros roles mientras aprendo  teatro en un laboratorio independiente. Mucho gusto.