Los cables van camino de morir en los dispositivos móviles, pero de momento hay uno que no se puede sustituir: el del cargador.
Aunque ya existen formas de cargar los móviles a distancia, siguen siendo ineficaces y no hay una alternativa real a enchufarlos.
Los cables son un rollo. Cualquiera que tenga un ordenador de sobremesa tarde o temprano maldice este aspecto de la tecnología cuando el toca cambiar alguna pieza o limpiar el polvo que se acumula. Lo mismo con televisores, routers o, por supuesto, teléfonos móviles, que no se escapan de ellos.
Cargar el teléfono es algo tan cotidiano como lavarse los dientes, y algunos hasta hacen ambas cosas con la misma frecuencia. Al problema de tener que enchufarlo, que tampoco es para tanto al tratarse de solo un cable, hay que sumar que últimamente hay dos estándares conviviendo, USB C y MicroUSB; o que el iPhone también utiliza un cable distinto, lo que complica el compartir un cable con un compañero en el trabajo, por ejemplo.
Por ello, raro es el mes que no se habla en algún rincón del mundo de la tecnología de cargar los móviles sin cable, mediante cargadores inalámbricos. Es una gran idea, pero por mucho que nos guste, todavía es inviable.
Sí, hay cargadores que cargan los teléfonos sin que estos estén directamente conectados a la corriente. Samsung tiene este sistema en algunos de sus últimos teléfonos, pero no es perfecto: hay que colocar el teléfono sobre una plataforma, no se puede usar mientras se carga y, probablemente, cualquier pequeño movimiento fuera de la zona de carga de la parte trasera del móvil haga que se pare el proceso.
Lo ideal sería poder cargar el teléfono con él en el bolsillo, cuando se entrara en la zona de alcance del cargador enchufado a la corriente. ¿Pero es esto posible?
Energous, una 'startup' especializada en precisamente esto, está trabajando en algo llamado "tecnología WattUp" que permite cargar el teléfono tal y como indicamos. Sobre el papel, es como una señal de WiFi, que rebota por superficies y que llega a los dispositivos, aumentando la carga de su batería sin afectar ni a personas ni a otros dispositivos no preparados.
Esta innovación no está ni mucho menos preparada para lanzarse en masa, pero si los rumores de que Apple está interesada en ella son ciertos, podríamos estar ante una revolución importante en un iPhone del futuro.
Esto encaja bien con lo que Apple lleva tiempo intentando hacer: lanzar un dispositivo que no necesite cables para absolutamente nada. El iPhone 7 ya solo tiene un puerto, el de carga, pues ha prescindido en este modelo de la entrada para auriculares. Lo único que le queda para romper la integridad de su exterior es la entrada de la sim, pero dado que es algo a lo que solo suele accederse una vez, no parece un inconveniente real.
Pero al margen de rumores, no hay nada factible sobre esta tecnología que nos haga tener esperanzas en ella a corto plazo. A medio o largo plazo, todo es posible, como que se desarrollen baterías de grafeno que tienen un átomo de ancho (no es broma) y podrían durar semanas tras cargarse en segundos.
Por supuesto, hay más empresas trabajando en soluciones de este estilo. TechNovator tiene un 'obelisco' que carga dispositivos que están cerca, pero sigue sin ser una solución realmente eficiente, pues depende de un gran dispositivo emisor.
Ubeam es otra de las empresas trabajando por conseguir una carga a distancia, pero de momento no ha mostrado nada: ni un prototipo ni una sola idea. Algunos consideran que es todo un bulo, lo que no ayuda demasiado a que esta tecnología salga adelante.
Es posible que esta idea necesite a una gran compañía detrás para triunfar, ya sea desarrollando ella misma la carga inalámbrica o comprando a una startup con buenos avances para que estos lleguen al público. De momento, toca seguir soñando con entrar en una habitación y que el móvil, el reloj, el ordenador y la tablet se carguen sin que nos enteremos.