Mujeres a cara lavada: María Emilia Floriani
 


-¿De qué estás hecha?
De sueños.
 
-¿Cuando mirás al espejo a quién ves?
A la chica de rulos, que ama cocinar, comer, pintar, andar en bici, le encanta el amor, adora su trabajo y a sus perros.
 
-¿Te gusta ser mujer?
Sí. Disfruto mucho ser mujer.
 
-¿Cómo son tus sueños?
Reales. Tengo una lista de sueños que me encanta cumplir. Algunos de los que ya cumplí son conocer el mar, ir al recital de Jarabe de Palo, trabajar en Grassi, volar en avión, comprarme mi propia bici.
 
-¿Por qué elegiste lo que hacés?
El periodismo. Porque lo fui aprendiendo de pequeña al lado de mi mamá y supe querer la profesión, sentirla. El diseño de verlo trabajar a José Barroso cuando hacía el Otro Punto (es lo que más me gusta). Y en el caso de cocinar (que también lo hago cuando puedo) lo aprendí de mi papá.
 
-¿Cómo te sentís con tus curvas de mujer?
Siempre digo que “la felicidad engorda” y es que siempre que tuve unos kilos de más fue porque estuve muy feliz. Me siento a gusto con mis curvas.
 
-¿Qué ves cuando te encontrás a primera hora del día con tu cara lavada?
Es una de las mejores caras que tengo en el día. Relajada, porque por lo general me levanto de buen humor y sin pensar.
 
-¿En qué detalles de tu día dejás tu impronta?
En la comida.
 
-¿Qué es la lucha?
Creo que no luche nunca, porque para mí la lucha es enfrentar una enfermedad terminal.
 
-¿Ante qué no claudicás?
Ante el amor, la familia y cuando creo que algo no es justo.
 
-¿Cómo eras de niña?
Feliz. Inquieta. Pícara. Segura. Graciosa.
 
-¿Qué le dirías hoy, como mujer, a la niña que fuiste?
Que no tenga miedo de morirse, que es muy pequeñita todavía. (de chica era mi mayor miedo, la muerte)
 
Qué pensaría de vos la niña que fuiste?
Que aprendió muchas cosas, pero que perdió un poco de seguridad en sí misma.
 
-¿Qué mujeres te han inspirado?
Frida Kahlo, mi mamá y mi tía Cecilia.
 
-¿Amás?
Sí.
 
-¿Qué tiene de especial el ser o los seres a quienes amás?
Los dos amamos la familia, los perros, es aventurero, pero por sobre todas las cosas me hace feliz, está incondicionalmente para mí y aprendemos mucho el uno del otro.
 
-¿Cómo es tu relación con tu casa?
Disfruto mucho de mi casa, de hecho uno de mis sueños es tener una casa propia.
 
-¿Qué te gusta hacer en tu casa?
Cocinar, dormir, hacer el Otro Punto, jugar con mis perros y tomar mates en el patio.
 
-¿Cómo combinás tu labor más externa con tu vida privada?
El diseño no interfiere en mi vida privada, al contrario se nutre de ella, de los lugares que conozco, las películas que veo, el arte, entre otras cosas. En cambio la labor periodística se involucra más con mi vida privada porque me cuesta olvidarme que cuando charlo con la gente no estoy haciendo una entrevista, que no puedo vivir pensando en cómo titularía una situación que me está pasando, voy por la calle buscando la noticia, etc.
 
-¿Con qué te mimás?
Con un helado o una buena picada o visitando a mi prima José.
 
-¿Cuándo fue la última vez que te miraste a los ojos y te dijiste te amo?
No me acuerdo, creo que nunca.
 
-¿Qué es la belleza?
La belleza es poder aceptarse tal cual uno es.
 
-¿Te sentís bella?
Sí. A veces reniego de mí misma, pero cuando me acepto me siento bella de nuevo.
 
-¿Qué te duele?
Que alguien de mi familia se enferme.
 
-¿Dónde está tu alma?
Conmigo.
 
-¿Qué dolor se te hizo piel y convivís con él?
Lo primero que se me vino a la mente fue "ninguno". Pero después me puse a pensar y la verdad que la enfermedad de mi mamá es uno de esos dolores que surgen de la nada, en el momento menos pensado. Un vacío en el pecho que cuando aparece me ahoga y creo que la sensación es inexplicable. Pero cuando pienso en por qué no lo pude ver a simple vista cuando me hicieron la pregunta, creo que es porque suelo pensar y sentir que siempre, a pesar de todo, soy feliz.
 
-¿Por qué reís?
Cuando veo el Chavo del 8 o Los Simpson. Me río con Dani de mí misma, de las cosas que hacen mi mamá y Gloria (la mamá de Dani).
 
-¿Qué es la muerte?
Algo muy triste, con lo que todavía no puedo amigarme.
 
-¿Por qué celebrás?
Porque voy a ser tía, porque estoy enamorada y porque puedo compartir el trabajo con mi familia.
 
-¿Qué no puede faltar en tu mesa?
Colores, compañía y comida casera.
 
-¿Cuál es tu último pensamiento antes de dormir?
Pienso en el próximo proyecto que tengo en mente o pinto murales imaginarios.
 
-¿Tenés fe en algo?
Sí, no sólo creo que Dios, también creo en la gente buena.
 
-¿Un sueño que quieras compartir?
Sueño con tener un comedor, en el que el socio principal sea mi papá, y nos vaya muuuy bien. Vamos a crear un lugar donde la gente pueda engordar de felicidad. Ya lo tengo organizado en mi cabeza, los platos principales, el postre, las picadas, la música y los cuadros que colgaría y muchas ideas más que muy pocos conocen.
 
-¿Cuál es tu próximo horizonte?
Viajar. Y darle la bienvenida a Nina, mi sobrina.
 
-¿Qué te dejó esta entrevista?
Que tengo que volver a ser como cuando era chica, más segura.
 
-¿Quién sos?
Soy María Emilia Floriani, disfruto estar enamorada, me gusta andar en bicicleta, caminar con mis perros, cocinar para los demás, hacer huevos de pascua y si tuviera que definir mi día perfecto seguro que incluye buena comida, porque una buena comida está siempre acompañada de la gente que quiero, y además creo que “la felicidad engorda”.
También soy diseñadora, dobladora, repartidora de Otro Punto y Diseñadora en Grassi.
 

Agradecimiento por las fotografías a María Emilia Floriani que nos la cedió de su archivo personal