Aunque todavía faltan tres años para las elecciones, todos hablan de ella; la oposición amenaza con represalias a las cadenas de TV que "fomenten" su figura
WASHINGTON.- Parece una exageración: faltan tres años para las próximas elecciones presidenciales en este país y no hay palabra cierta sobre candidatos. Sin embargo, el nombre de Hillary Clinton se ha vuelto manía al extremo de generar suficiente temor entre los republicanos como para llevarlos a amenazar con "represalias" a las cadenas de televisión que "fomenten" su candidatura.
"Tanto la CNN como la cadena NBC están mostrando un claro favoritismo hacia Hillary. De modo que si insisten en difundir programas sobre ella, nuestra represalia será dejarlos de lado en cualquier debate sobre la interna republicana", anunció el titular del partido, Reince Priebus.
Se trata de un giro inédito que, en voz baja, un referente republicano de Miami sinceró a LA NACION en estos términos: "La convicción de muchos es que si Hillary se presenta a la Casa Blanca no habrá forma de frenarla. Ni nosotros ni los demócratas tenemos otra figura para contrarrestarla. Si ella se presenta, será muy difícil que alguien más tenga posibilidades".
Sin llegar a tales extremos, la manía por Hillary es evidente. "Con Obama y el Congreso de vacaciones, ella se ha vuelto la charla picante del verano", describió, días atrás, The Washington Post. Lo cierto es que siempre parece haber una cámara detrás de cada paso de la ex primera dama y ex secretaria de Estado. Y algún comentario sobre ella en toda charla política.
"Los Clinton siempre dan tema", coincidió The New York Times. Pero lo hizo desde otra perspectiva, al incursionar en el supuesto malestar por problemas de financiamiento en la fundación que lleva el apellido del clan político más popular del país. "Está todo en orden", se apuró a contrarrestar Bill, el ex presidente. Más de un adversario daría las gracias al cielo por un escándalo que lo roce. Del tipo que fuera.
Buena para olfatear, hasta la industria del espectáculo le pone fichas. La cadena NBC tiene en marcha una miniserie en la que será encarnada por la laureada actriz Diane Lane. "Esperamos estrenar antes de que Clinton confirme su candidatura" dijeron sus productores. La división de cine de CNN ratificó que realizará una película sobre ella, por mucho que se quejen los republicanos.
Más en el terreno de combate, las columnas políticas de estos días rebosan de análisis, y hasta consejos, sobre lo que Clinton debería o no debería hacer.
"Al margen de lo que decida, ella es una inspiración real para millones de mujeres en el mundo convencidas de que el talento es la base para la igualdad de oportunidades", escribió, días atrás, la controvertida Kathleen Parker, la misma que le pidió a la ex candidata republicana Sarah Palin que abandonara la carrera porque le quedaba "demasiado grande".
Hillary, a todo esto, calla y, a juzgar por lo que revela su rostro, se divierte. Hasta ahora hizo la plancha, esto es: niega que tenga un proyecto específico, pero con una de esas fórmulas que dejan abierta toda puerta. "No tengo plan de presentarme. No sé todo lo que haré", dijo en enero pasado, cuando dejó la Secretaría de Estado.
Desde entonces, más bien esquivó hablar del tema, y si lo hizo fue sin apartarse mucho de ese discurso. Pero igual no tiene necesidad de hablar: otros lo hacen por ella.
Eso es lo primero que diferencia a Hillary de otros potenciales candidatos. Lo suyo es un tema de conversación permanente. En los últimos días, se sumaron al debate desde la primera dama, Michelle Obama, hasta una de las hijas del ex presidente George W. Bush, Barbara.
"Está sumamente calificada, me encantaría que se presentase", dijo.
Hillary, que, por lo pronto, dice que quiere escribir un libro de reflexiones sobre su reciente función como secretaria de Estado, tiene algunos flancos débiles. En un reciente análisis, The Washington Post apuntó su edad: tendrá 69 cuando asuma.
También, las dudas sobre la responsabilidad de la cartera a su cargo ante el ataque terrorista al consulado norteamericano en Benghazi, Libia.
Los republicanos, por lo pronto, cuentan con un arma impensada para contrarrestarla. La agrupación Proyecto Hillary -que se autodefine como la "única cosa" entre ella y la Casa Blanca- lanzó un video juego que permite darle un cachetazo virtual cada vez que habla. Slap Hillary (Pégale a Hillary) se llama.
La crítica ha sido firme. "Pegarle a una mujer nunca es un juego, estúpidos", fue una de ellas.
UNA ASPIRANTE SIN RIVALES
Es el nombre más fuerte para suceder a Obama
Hillary Clinton / Ex Secretaria de Estado
Aunque es la mejor posicionada, no es la única demócrata en carrera. También figuran en la carrera el vicepresidente Joe Biden y el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, pero ninguno de ellos saldría bien parado de una interna contra la ex primera dama
En el bando republicano aparecen los nombres de Jeb Bush y de los gobernadores Chris Christie (Nueva Jersey), Bobby Jindal (Luisiana) y Scott Walker (Wisconsin). También suena el senador por Florida Marco Rubio.