Hubo fanáticos trasladados en cajas de camiones; atacaron la estación de ómnibus; las explicaciones del intendente.
Con grandes retrasos debido a las pausas que el cantante hizo por los disturbios, una vez que el público logró salir del predio se encaminó hacia los puntos de encuentro pautados con los ómnibus que debían regresar hacia las distintas ciudades del país. La sorpresa de varios fue al llegar a destino, al encontrarse que varios de los micros habían partido.
Frente a esta situación, algunos de los fanáticos encontraron refugio en las casas de vecinos de Olavarría que, amablemente, ofrecieron sus hogares y baños para ayudar a los jóvenes varados. Muchos otros durmieron en la calle y en los alrededores de la terminal.
A las 10 de la mañana, muchas personas se acercaron nuevamente a la estación para emprender el regreso a casa o para comprar pasajes, para encontrarse con una situación caótica. Muchos fanáticos, sin regreso programado y deambulando por la zona, prendieron fuego la boletería de la terminal, saquearon los comercios internos y un quiosco aledaño. También se robaron un plasma de un restaurante cercano. Frente al caos de la ciudad intervino la policía de la zona, con balas de goma, para dispersar el tumulto de gente.
En conferencia de prensa, Ezequiel Galli, el intendente de Olavarría, asumió la responsabilidad de lo sucedido en el show y, después de admitir que la situación se había salido de control, explicó cómo solucionarían el regreso de la gente que todavía no había podido abandonar Olavarría.
Espera masiva alrededor de la terminal de ómnibus, las calles desbordaron de visitantes. Foto: Mauro V. Rizzi
"Hubo personas que se pusieron muy nerviosas porque perdieron sus micros y ómnibus que las llevaban a sus casas y eso las llevó a producir incidentes", comentó Galli y agregó que habían "conseguido alrededor de 20 micros para que se lleven a la gente que quedó varada".
Traslados en camiones
Sin embargo, a muchos de los que no tenían regreso o buscaban salir rápido de la ciudad se les ofreció movilizarse, hacinados, en las cajas de los camiones areneros, para despejarlos del centro de Olavarría. Las imágenes de la gente cargada como ganado en los camiones circularon por las redes sociales y los canales de televisión.
Galli confirmó que "entraron más de 100.000 vehículos" a la capital ayer para ver el recital del ex líder de los Redondos y agregó que "Hay micros del Ejército, de Desarrollo Social de la provincia y de los municipios vecinos", para trasladar a todos los asistentes a diferentes localidades, como La Pampa, La Plata, Rosario, Mendoza y Retiro.
Ya desde temprano, las calles de Olavarría presagiaban el triste final de una noche que debía ser una fiesta. Los fanáticos del Indio Solari tomaron la ciudad desde la mañana del sábado. Los vehículos avanzaban a paso de hombre por la ruta 226.
Muchos de los presentes descendían de los micros estacionados en la entrada de Olavarría y buscaban refugiarse en los porches de las casas de los vecinos de una suave pero constante lluvia, que duró hasta las cinco de la tarde.
Las casas rodantes, las carpas en las veredas y los vendedores ambulantes se multiplicaron a medida que avanzaba la tarde, brindando todo tipo de servicios. Desde los típicos puestos de gaseosas, cervezas, fernet, choripanes y remeras hasta los que ofrecían sus baños privados y electricidad para la carga de celulares, por un valor que iba de $ 10 a $ 40.