El Gobierno impulsará una baja en la presión impositiva y una reforma sindical. Los privados comprometen inversiones por $ 150.000 millones y tomar personal.
Como sucedió con Vaca Muerta y con el sector automotriz, el presidente Mauricio Macri presentará a las 10.30 un acuerdo para la Construcción que se lanzará con el anuncio de un plan para construir 100.000 viviendas.
El entendimiento que fue trabajado por el ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, con la Cámara Argentina de la Construcción, la de Empresarios de la Vivienda, la AFIP, la UOCRA, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; incluye compromisos de cada sector participante.
En el caso del Gobierno, a la ley de Participación Público-Privada para las grandes obras de infraestructura, le sumaría la Ley de Promoción para la Construcción con el fin de bajar la carga impositiva y la inclusión de las pymes en el Programa de Recuperación Productiva.
Por parte del sector privado, los empresarios comprometieron inversiones por $ 150.000 millones en nuevos desarrollos y la promesa de sumar personal.
"Este acuerdo se viene hablando hace unos meses con Frigerio, los bancos, la AFIP, la UOCRA, la Ciudad y la provincia Buenos Aires, y todo gira en la construcción de viviendas para la clase media", explicó a El Cronista un hombre fuerte de las constructoras.
Consultados sobre el motivo de que sólo están la Ciudad y Buenos Aires, la fuente dijo que "entendemos que por afinidad son los dos distritos donde pudieron bajar Ingresos Brutos para los créditos hipotecarios, pero esto es un plan para todo el país y entiendo que están buscando por el Gobierno que otras provincias se sumen", agregó el empresario.
El mismo hombre de negocios explicó que entre los incentivos que obtendrá el sector, "que se reflejará en el valor final de la construcción", se encuentra el compromiso de la AFIP de "darle a las empresas constructoras beneficios impositivos en la cadena pago, como por ejemplo menos Ingresos Brutos o que nos bonifican el ajuste por inflación del terreno que, desde que lo compramos hasta que construimos y vendemos pasa un tiempo".
Por el lado de los trabajadores, el compromiso por parte de la UOCRA es el de aumentar los cursos de capacitación. Con esto, el Gobierno dice que se va a aumentar la productividad por una mayor calificación y jerarquización de los obreros. Y, como viene sucediendo con todos los sectores, también se les pide una reducción del ausentismo.
El eje del lanzamiento será el anuncio de la construcción de las 100.000 viviendas este es el compromiso del sector privado. Así, la estimación oficial es que se puede crear "100.000 puestos de trabajo" por lo que la participación del sector en el total de empleados privados pasaría de 6,6 % a 8,2 por ciento. "Sería la suba más importante desde 2009", especulan en el ministerio de Frigerio.
Desde el punto de vista del consumo interno, de concretarse el entendimiento en la Casa Rosada estiman que los despachos de cemento en bolsa, relacionados a las obras privadas, "crecerían 20% en el año", y los nuevos trabajadores que se incorporarían a la actividad volcarían "$ 1200 millones" al consumo interno durante este año.
Las nuevas viviendas estarán destinadas a familias cuyos ingresos no superen los ocho Salarios Mínimos Vitales y Móviles ($ 64.000), con una inversión de $ 150.000 millones y una reducción estimada en el 10% en el precio de venta.
Las 100.000 viviendas serían un paliativo para el déficit habitacional ya que, según el subsecretario de Desarrollo Urbano, Iván Kerr, hay dos millones con problemas de calidad de vivienda existente mientras 1,5 millones son la cantidad que se necesitan construir.