A menos de 24 horas del
atentado con bomba que tuvo lugar ayer en el metro de la segunda ciudad más importante de Rusia , son varias aun las incógnitas a las que deben hacer frente las autoridades del Kremlin.
Si bien todo apuntaría a que se trató de un atentado terrorista, dado que además de la que explotó se encontró otra bomba sin detonar en el subte, aún ningún grupo se atribuyó la autoría.
Al momento del ataque, el presidente ruso Vladimir Putin se encontraba en la ciudad. En sus declaraciones posteriores a la tragedia, aseguró que las autoridades investigan "todas las posibles causas, incluyendo la del terrorismo".
Muertos
El número de muertos aumentó a 14, según informaron hoy las autoridades.
Si bien en los primeros reportes se hablaba de 9 muertos, después se pasó a 11 fallecidos en el lugar, la estación Plaza Sennaya y más tarde se confirmó que otras tres murieron a causa de las heridas, de acuerdo a lo indicado por la ministra de Salud, Veronika Skvorzova, citada por la agencia Tass.
Además otras 49 personas seguían en tratamiento hoy en el hospital.
Sospechosos
Miles de kilómetros al este, autoridades de la ex república soviética de Kirguistán identificaron a uno de los sospechosos del ataque como un ciudadano ruso nacido en el país.
El Comité Estatal de Seguridad Nacional de Kirguistán identificó en un comunicado al supuesto agresor como Akbarzhon Dzhalilov, de nacionalidad rusa y orígenes kirguís. Las autoridades rusas se contactaron con el departamento para informar sobre el hombre, de entre 21 y 22 años, pero por el momento se desconoce su papel concreto en el incidente, explicó la agencia de inteligencia apuntando que está cooperando con Moscú en las pesquisas.
Ayer, desde la policía hablaban de dos sospechosos: el primero habría dejado la bomba oculta en una valija a bordo del vagón; el segundo habría transportado y dejado el otro aparato explosivo, que pudo ser neutralizado por los servicios de desminado en una estación diferente.
Homenajes
Residentes de San Petersburgo depositaban hoy flores en el exterior de la estación de metro. Cada esquina y las ventanas de la estación Plaza Sennaya, de construcción soviética, estaba cubierta de claveles rojos y blancos.
El servicio del metro de San Petersburgo se suspendió tras el ataque y las instalaciones fueron evacuadas, pero parte del sistema recuperó la actividad unas seis horas más tarde. Normalmente abarrotado durante la hora pico de la mañana, hoy parecía casi desolado ya que muchos usuarios optaron por otros medios de transporte.
"Al principio estaba realmente asustada", dijo Viktoria Prishchepova, que sí tomó el metro. "No quería ir a ninguna parte en metro porque estaba nerviosa. Ayer todo el mundo estaba llamando a sus seres queridos, comprobando si estaban bien y cómo iban a regresar a casa".
Se decretaron tres días de luto.
Fuente: Agencias