La primera respuesta sería, esto ya lo tendría que haber definido. Una buena planificación no solo estabiliza los resultados económicos, me ayuda a no tener sobresaltos financieros y hasta me ayuda con la logística de entrega.

Para quienes no planificaron las ventas, todavía estamos a tiempo y deberíamos considerar los siguientes aspectos.

Los factores fundamentales no ayudan a que los precios se recuperen. Altos stocks, producción record, sumados a las perspectivas de buenas siembras mantienen las cotizaciones de los granos bajos niveles.

Técnicamente podríamos esperar una recuperación de la soja que muestras los mínimos de los últimos ocho meses. Para que esto ocurra es necesario un disparador, una noticia que preocupe a la demanda que implique una reducción en la oferta, eso podría impactar sobre las posiciones cercanas pero no tendría demasiado impacto en las lejanas.

Analizando grano por grano parece lógico retener trigo hasta que Brasil intensifique las compras de granos en Argentina.

La soja muestras buenos valores a noviembre, la tasa implícita del pase es elevado, retener soja con coberturas nos entrega una rentabilidad en Dólares anualizada cercana al 14 % en Dólares. Ningún inversor dudaría en invertir antes semejante rentabilidad. En síntesis retener con coberturas es una excelente oportunidad para los excedentes financieros.

El maíz presenta cotizaciones por encima de la Capacidad teórica de pago de la exportación, tiene premio de acuerdo a los precios internacionales, y es una buena época para vender.

En síntesis si el interrogante es que vendemos primero, este año parece razonable vender maíz, retener soja con coberturas y esperar que el trigo mejore por la demanda de mercadería desde Brasil.

Esta decisión no altera los análisis que cada productor debe hacer de su situación particular, primero económica, si los precios obtenidos arrojan rentabilidad positiva, y luego de su situación financiera, que las ventas permitan cubrir los compromisos asumidos.

Si la secuencia lógica se invierte, primero debo solucionar la situación financiera, y en consecuencia de las ventas forzadas conocer la rentabilidad obtenida es un síntoma de haber realizado las cosas de manera incorrecta.

Solucionar problemas de fondos, antes de conocer la rentabilidad del negocio implica errores en la planificación, si procedemos de esa manera priorizamos lo urgente y no le dedicamos tiempo a lo importante que es conocer las ganancias o pérdidas que arroja la producción agropecuaria conforme a nuestras proyecciones.

Juan Vasquetto