Una extraña situación se vive por estos días en proximidades a la localidad de Serrano. Según denunciaron productores de la zona, una empresa privada que cría chanchos quiere limpiar una laguna que ellos mismos contaminaron con desechos de los animales. ¿Cómo? Enviando esa agua contaminada a una cuenca natural abierta, una de las pocas reservas de agua potable que queda en toda la provincia de Córdoba.

La laguna Gregoris -tiene alrededor de 80 hectáreas- está a menos de 800 metros del criadero de chanchos, hacia el lado noreste del pueblo. Allí es donde esta empresa día a día envía los efluentes de los animales, pero con el paso del tiempo la superficie de agua se fue agrandando y generó una profunda contaminación en la flora y fauna del lugar, amenazando el resto de los recursos productivos de ciudades de la región.
 
Aparentemente, desde la empresa plantean que la necesidad de la obra es urgente porque si esa laguna no se limpiara en el corto plazo, Serrano podría quedar inundada; sin embargo, hay estudios que demuestran lo contrario.  

Eduardo Busso, productor agropecuario local, comentó a LV16 que la firma privada ya inició con los trabajos de canalización para liberar el agua contaminada hacia la cuenca natural, la cual está a 8.000 metros de la provincia de Buenos Aires; si esto finalmente se concreta, afectaría a escuelas rurales, trabajadores, campos y tambos de la zona.

“Constatamos que la laguna está altamente contaminada y quieren mandar ese agua a una cuenca abierta para sacarse el problema de encima. Esto lo auspicia la Municipalidad de Serrano a los efectos de salvar a un privado con el pretexto de sensibilizar a la gente que no está informada, diciendo que si permiten que esa laguna suba más, se inundará el pueblo. Es totalmente mentira”, explicó Busso, alegando que si bien sus hectáreas no se verían afectadas, el peligro de un desastre ecológico es muy factible.  
 
¿Es posible la inundación?

Según un estudio realizado por productores, la probabilidad de que la ciudad quede inundada es prácticamente nula. “Nunca desde el año 1905 a la fecha se inundó Serrano. La laguna tiene alrededor de 1.50 metros de profundidad, llevándola a dos o tres metros más no ocurre nada. Recién en cuatro metros más de altura tocaría los bordes del pueblo”, puntualizó Busso.  

A su vez, el Municipio negó la contaminación de la laguna Gregoris y estaría respaldando las obras de canalización. De hecho, se pueden ver imágenes de la ruta provincial N°4 cortada con carteles de la Municipalidad de Serrano.
 
“Estoy muy decepcionado con las leyes que toman los políticos. Leyes que dicen que no se puede transferir agua contaminada de una laguna a otra. Buscan solucionar problemas de lugares donde ellos saben que tienen los votos”, expresó el productor Sergio Ullate a Canal Rural.

Y agregó: “Ya la obra no se puede volver atrás porque están cortando la ruta para contaminar una laguna de agua potable que pueden utilizar los pueblos para el día de mañana”.

“En el sur de Córdoba no se pueden levantar caminos para pasar la producción -por las inundaciones-, pero ellos lo hicieron en dos minutos. Nadie nos sabe responder quiénes hicieron esto, solamente que viene de la Municipalidad de Serrano”, continuó Busso.
   
¿Por qué la empresa contamina la laguna?

En el año 2006, surgió una legislación provincial que detalla las reglamentaciones para criaderos de aves, cerdos y otros animales. Según indica la ley N° 9326, estos emprendimientos no deben estar a menos de 3.000 metros del ejido municipal, pero la empresa privada en cuestión está a 800; tampoco pueden estar ubicados en ríos, arroyos o lagunas, algo que tampoco cumple la firma. Por último, manifiesta que la napa no debe estar a menos de 10 metros de profundidad, y “está a flor de tierra”, sentenció Busso. “No cumple con ninguna normativa”, reiteró. 
 
Posibles soluciones

Si bien desde el Gobierno de Serrano dieron como posible solución clorificar el agua de la laguna Gregoris, esta alternativa no sería factible ya que la contaminación fue producida por patógenos que el cloro no puede matar. Asimismo, se necesitarían incontables cantidades de litros para limpiarla.

El productor Busso señaló que hay tratamientos sobre la base de probioticos como una alternativa de purificación del agua. “Son más costosos pero no imposibles”, expresó, aunque hizo hincapié en que si el privado no deja de contaminar, a largo plazo la situación sería idéntica.

“No queremos que se cierre esa industria, da trabajo a gente, pero sí hacer tratamientos para eliminar la contaminación. Denunciamos un pasivo ambiental que después no tiene solución”, finalizó.