Un simple vistazo a los títulos de los vídeos de DaddyOFive da una idea de qué podemos encontrar en su canal. Mejor dicho, podíamos, porque a día de hoy todos sus vídeos excepto uno han desaparecido. "A Ryan le llueven huevos", "Jake descubre una caca en su cama", "El niño se come lo más asqueroso de su vida", "Una madre psicópata pone un cuchillo en el cuello de su marido", "Niño dispara a su padre en la cara", y un largo etcétera.

Así, hasta decenas y decenas de vídeos, actualizados casi a diario, todos con un leitmotiv común: hacer bromas a sus hijos, y seguidos por más de 750.000 personas. Bromas cada vez más crueles. En uno, los padres, Heather y Mike Martin, gritan al pequeño Cody, de nueve años, acusándolo de haber derramado tinta en el suelo. Ante ellos, un manchurrón en la alfombra, efectivamente, pero de tinta invisible de las que se compran en las tiendas de disfraces. El disgusto del niño, que efectivamente no había hecho nada, queda patente en la imagen que ilustra esta historia. Una bronca inmerecida y absolutamente cruel.

Al mismo Cody lo habían empujado, en un vídeo anterior, contra una estantería. En una tercera publicación, el padre animaba a uno de sus hijos a dar un tortazo a su hermana Emma, de 11 años. El contenido del canal de este "padre de cinco" consiguió poner los pelos de punta a la comunidad de YouTube, el creciente enfado de los internautas arribó a los tribunales y ahora estos youtubers han perdido la custodia de dos de sus hijos, según informa The Washington Post

"Los niños se están desprogramando"

El diario estadounidense ya había alertado de lo inapropiado del contenido generado por los Martin a finales de abril, cuando la estrella de Internet Philip DeFranco, también youtuber, grababa un vídeo de denuncia en su canal, con más de 5.300.000 suscriptores. Wow... Tenemos que hablar de esto, titulaba DeFranco su acusación de maltrato infantil. Y esa fue la gota que colmó el vaso.

"Es sólo una broma", terminaba Mike Martin todas sus atroces inocentadas. En uno de los vídeos, uno de sus hijos, visiiblemente inmerso en una crisis de nervios, le respondía: "¿De verdad me has hecho pasar por todo esto sólo por una broma estúpida?". Es Cody, el blanco favorito de sus incomprensibles montajes. Tanto él como Emma han vuelto con su madre biológica (eran hijos de un matrimonio anterior) después de descubrir el trato vejatorio al que sometía su ex marido a los pequeños. "Ahora están conmigo, están bien y van a volver a jugar como todos los niños", afirmaba la madre, Rose Hall, en un vídeo publicado en el canal de su abogado.

La mujer recibió una ayuda inesperada, precisamente, de la comunidad de la plataforma de vídeos. Además de dar cabida a su reivindicación en sus canales, lanzaron una recogida de fondos mediante crowdfunding para que pudiera costearse la ayuda legal. Fue una youtuber, de hecho, quien las puso en contacto con su abogado. El pasado viernes, Hall recuperaba la custodia de Cody y Emma. Como si hubieran salido de una secta, el abogado de la madre declaró que los niños están ahora "desprogramándose".

La lucha por la custodia de Hall se convirtió en una batalla viral después del capote de DeFranco, aunque los Martin han negado hasta el final que lo que se ve en sus vídeos sea maltrato infantil. Cuando vieron que la tormenta no amainaba, grabaron incluso una disculpa, en la que reconocían haber tomado "algunas decisiones terribles como padres", y aseguraban que sólo querían hacer "lo correcto". También aseguraban que las reacciones de sus hijos ante las bromas eran "fingidas", que todo era una gran broma. Una realmente cruel que ahora les ha supuesto perder la custodia de dos de los niños.



El Mundo