La secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación advirtió que se vienen más tormentas en las zonas afectadas. La prioridad es "proteger los cascos urbanos y las localidades rurales mientras se realizan "las obras integrales".
La secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación advirtió que se vienen más tormentas en las zonas afectadas y se avecina "un invierno cálido y lluvioso", por lo que la prioridad es "proteger los cascos urbanos y las localidades rurales mientras se realizan "las obras integrales" para prevenir las inundaciones.
Marcelo Rosas Garay, subsecretario de Protección Civil, dijo que el pronóstico para la denominada zona núcleo (Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) "no es el mejor" ya que se "vienen más tormentas para los lugares afectados, esperamos un invierno cálido y lluvioso y luego en setiembre la llegada de una nueva Corriente del Niño que no estaba prevista el año pasado para esta época".
Rosas Garay destacó que "para nosotros la prioridad será la protección de los cascos urbanos y las localidades rurales, se plantean situaciones que no serán fáciles de resolver ya que hay muchas provincias que quieren echarse el agua unas a otras. Es necesario sentarse a una mesa a dialogar y encarar obras integrales".
Según el funcionario, "no hay que echarle toda la culpa al clima, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires se saturaron los suelos por el nivel de exceso hídrico, entonces partimos de la base de que faltan obras y que hay que replantearse el manejo del suelo para que vuelva a tener esa capacidad de absorción".
Situación en el país
La provincia de Buenos Aires decretó hoy la emergencia hídrica para 26 municipios, la mayoría del norte provincial, por 180 días, lo que le dará a la gobernación la capacidad de destinar recursos en forma más acelerada para efectuar obras a corto, mediano y largo plazo.
Mientras tanto, el crecimiento de la cuenca del río Salado es constante y afecta desde el distrito de General Villegas, que hace 16 meses esta inundado, hasta Junín, pasando por Pehuajó, Carlos Casares, General Pinto, General Arenales, Trenque Lauquén, 9 de Julio, 25 de mayo, Bolívar, Rivadavia, Salto, Arrecifes y Rojas, entre otros.
A la altura de Junín, el río Salado crece a un centímetro por día y las autoridades municipales mandaron a elevar un terraplén de diez kilómetros para proteger el casco urbano, mientras temen que el río desborde en poco tiempo.
La situación no es diferente en el sur santafesino, en donde las autoridades trabajan contra reloj para evitar el rebalse de la laguna La Picasa que ya cubrió unos 18 kilómetros de la ruta nacional siete y amenaza pueblos como Teodelina o Diego de Alvear, con unas 60.000 hectáreas de campos anegadas.
En Corrientes, hay 1.400 evacuados por el agravamiento de los temporales que sacuden a localidades como San Luis del Palmar e Itatí, mientras que la fuerza del agua terminó hoy por destruir un puente y parte de la ruta nacional 12 a la altura de esta última localidad.
"Nos preocupa mucho la zona núcleo porque es una región de mucha riqueza en materia agropecuaria, pero no será fácil resolverlo, llevará años realizar obras integrales para esta zona para que nunca más vuelva a tener el problema de las inundaciones", dijo Rosas Garay.
Indicó que "hay obras que están en curso como de canalización, drenaje, dragado, reforzado de defensas, trabajamos con cada provincia para saber qué tipo de asistencia requieren para la población afectada".
Agregó que "se están afectando zonas muy ricas desde el punto de vista del sector agropecuario por eso están sentados a la mesa los ministerios de agroindiustria para ver como se puede paliar esta emergencia".