El canciller argentino manifestó su confianza en que LAN mantenga sus operaciones en la Argentina y descartó que Brasil, que mantiene capitales privados en Latam, se sume al conflicto.

"No son problemas entre la Argentina, Brasil y Chile; es un problema entre una empresa y un órgano de aplicación. Por supuesto que si los cancilleres de Chile y la Argentina, así como otros miembros del gobierno, desean colaborar, va a haber esa cooperación, pero la resolución a la que se arribe será entre la empresa y el órgano de aplicación, de acuerdo con las leyes que rigen en la República Argentina, no es un problema entre países. [...] La relación con Chile no cabe en un hangar", dijo Timerman.

"La solución específica ya se encontrará. La compañía tomará las acciones correspondientes. Nuestra labor es abrir caminos. [...] Agradezco la disposición porque valoramos enormemente la relación con la Argentina y ésta es solamente una dificultad en un camino muy amplio, donde hay muchas cosas en común", completó el canciller Moreno, en referencia al recurso de amparo que solicitaría LAN.

Citando fuentes de la cancillería chilena, el diario La Tercera publicó ayer que Timerman le habría explicado previamente a Moreno que su rango de acción en el conflicto era mínimo, por cuanto la decisión final recaía en la presidenta Cristina Kirchner. Por lo mismo, la conversación se centró en el reconocimiento de la existencia del conflicto y las vías de escape a una crisis que, por orden expresa de Piñera, no puede seguir escalando.

En Chile, la presión pública del empresariado ha sido durísima -incluidas las gestiones privadas del propio vicepresidente ejecutivo de LAN, Enrique Cueto-, como también el principio de pánico generado por el desplome bursátil de la aerolínea, que ha calado fuerte en la clase dirigente.

Ayer, los editoriales de los diarios volvieron a criticar la intimación a LAN, considerándola "un eslabón más en una cadena de acciones impulsadas desde Buenos Aires", y sumándola a otros episodios como la caducación de la concesión a la petrolera estatal chilena ENAP, en la provincia de Chubut, o la suspensión de la reunión entre Cristina Kirchner y Piñera, en Asunció.



Fuente: La Nación