En las últimas horas un enorme iceberg 25 veces más grande que la ciudad de Buenos Aires
se desprendió en la Antártida. Por el momento, no hay razones certezas que expliquen dicho fenómeno.
En diálogo con
LV16, el jefe de Glaciología del organismo dependiente de la Cancillería argentina, Ing. Sebastián Marinsek, manifestó que “todavía no se sabe si el desprendimiento fue por el cambio climático”.
“Es un evento que suele suceder en todos los glaciares, el desprendimiento y generación de grietas. Cuando se mueve el hielo, en algún momento es más fuerte y se rompe”, indicó.
Según cálculos realizados, la masa de hielo antártico desprendida tiene 5.800 kilómetros cuadrados. “Lo que no es habitual es el tamaño del tempano”, aclaró.
No obstante, Marinsek consideró que esto no afectará la navegabilidad porque en esa zona no transitan barcos.
A su vez, aseguró que no hay riesgos de que el agua suba sobre las costas continentales. “El agua no subiría. El proceso que generó la masa de hielo en una época de la estación es cuando cambia el nivel del mar. Esa agua va a parar a otra zona del mundo”, sostuvo.