Julio Titarelli, titular de la empresa de transporte urbano, dijo que la situación es compleja, ya que no hay recaudación y no llegan lo subsidios. Garantizó hasta el lunes el funcionamiento del servicio.
Julio Titarelli, titular de la empresa de la SAT, expresó para Radio Río Cuarto que la situación del transporte urbano es compleja, ya que no hay recaudación y no llegan lo subsidios.
“Estamos en una situación muy compleja, hemos llegado a un punto límite, todas las empresas están paradas, sólo funcionan las de menos de 60 km por ser esenciales”.
Titarelli expresó que las empresas que están paradas no tienen gastos operativos, pero tienen cheques dados, “y los que tenemos gastos operativos hemos dado cheques y no los podemos cubrir”.
El responsable de la SAT dijo que por día están perdiendo 130 mil pesos solamente en combustible, ya que hay pocos pasajeros y los que suben a los ómnibus viajan gratis.
“Se nos está acabando el combustible y no lo podemos reponer. A raíz de la pandemia, desde el día 13, la recaudación es cero y los costos siguen, una empresa como la nuestra pierde por día 130 mil pesos en combustible”.
Titarelli señaló que en las últimas horas compraron siete mil litros de gasoil para funcionar hasta el próximo domingo.
“Los combustibles se venían comprando con cheques y se han acumulado y no hemos podido pagar y no tenemos plata. Nosotros hemos hecho un sacrificio de comprar 7 mil litros para poder funcionar este fin de semana”.
Titarelli cuestionó a los diferentes gobiernos, al señalar que pretenden que el servicio funcione, pero no hay apoyo económico.
“Vemos poca respuesta de los Estados sobre los servicios esenciales, no ha habido una ayuda extra del Estado y si hoy no ayuda no vamos a poder seguir funcionando”.
Lamentó que que no hayan podido completar el pago de los salarios y advirtió que con los subsidios nacionales no llegarían a pagar la totalidad de lo sueldos.
Titarelli señaló que las empresas de transporte están en una situación límite.
“Se abonó una parte, somos de las empresas que más han abonado, por contar con subsidios plenos y hay empresas que sólo han podido depositar 6 mil pesos. Hoy los empleados le ponen el pecho a la empresa pero se nos hace imposible abonarles, estamos esperando el subsidio nacional, pero no creemos que podamos pagar todo. Todas las empresas corren peligro y el Estado no se está dando cuenta, esa es la cruda realidad”.